Molesto por lo que consideraba medidas excesivas de disciplina, Jonathan García Rodríguez decidió matar y quemar a su propia madre de crianza en algún momento entre la noche del lunes y la madrugada del martes y así se lo confesó a la Policía, indicó el teniente Cándido Pagán, jefe de la división de Homicidios de Aibonito.

Según el relato del joven de 19 años, quien será acusado el miércoles junto a su cómplice, Josué Guzmán Morales, las discusiones entre su madre adoptiva y la de su hermana desde que él tenía 2 años no eran nuevas, pero en la tarde del lunes llegaron al punto de ebullición cuando regresó a la residencia que compartían en el sector Las Bromelias, de Barranquitas, con la guagua que le había prestado la mujer, Sandra García Rodríguez.

García Rodríguez, natural de Humacao -donde adoptó a Jonathan y a su hermana- trabajaba como administradora del centro de Naranjito de la Corporación de Servicios Integrales de Salud de la Montaña. Previamente, sus discusiones con Jonathan la habían llevado a restringirle el uso del teléfono celular.

Según la investigacón, allí, en la residencia, se suscitó una discusión que siguió subiendo de tono. En algún momento de la noche Jonathan aprovechó que su madre de crianza dormía, y con ayuda de Guzmán Morales, también de 19 años, roceó una almohada con gasolina y le tapó el rostro a la mujer, quien dormía en su habitación, donde también la atacaron con un cuchillo que fue recuperado.

Tras cometer el sangriento crimen, ambos la trataron de amarrar a una tabla de planchar. Al ver que el cuerpo se caía, utilzaron una pedazo de madera de un gabinete para hacer balance y llevaron el cuerpo hasta la PR-717 del barrio Cuyón, en Coamo. Allí, fue que se encontró el cuchillo ensangrentado, entre otras piezas de evidencia.

Agentes de la División de Homicidios de Aibonito se trasladaron a la residencia de la mujer donde se encontraba Jonathan. Cuando se le increpó por la ausencia de su madre, les dijo que la reportaría desaparecida, pero ante la insistencia de los agentes decidió confesar el crimen e involucró a Guzmán Morales, arrestado posteriormente en el sector Los Morales, del barrio Cedro Arriba, en Naranjito.

El caso lo trabaja una fiscal de apellido Soto. Durante la tarde y noche de hoy, martes, la Policía intentará localizar unos testigos necesarios para completar el caso, y se espera que los cargos por asesinato, violación a la Ley de Armas, destrucción de evidencia, entre otros, seran sometidos el miércoles.

Jonathan y Guzmán Morales dormirán hoy en la Comandancia de Aibonito.

Al momento, la Policía no ha identificado señales de que alguno de los jóvenes estuviera bajo los efectos de sustancias controladas o que padeciera de alguna condición mental.