Como un gran padre que siempre estuvo presente y como un puertorriqueño comprometido con su país recordarán sus hijos al fenecido ex superintendente de la Policía Pedro Toledo Dávila.

"Este es un momento bien triste. Hemos perdido a un gran papá", dijo Pedro Jorge, el mayor de los hijos del exjefe policíaco en sus primeras expresiones a la prensa desde su fallecimiento a causa de dos infartos cardiácos el pasado domingo.

Pedro Jorge estuvo acompañado de sus hermanos Fernando, José y Juan José Toledo; así como de su esposa Mary, y algunos de los nietos del ex jefe de la Uniformada durante una conferencia de prensa realizada en la funeraria Ehret, en Río Piedras, donde se llevan a cabo los actos fúnebres hasta el próximo viernes.

Pedro Jorge indicó que la partida de Toledo Dávila fue repentina, ya que no tenía ningún padecimiento de salud mayor.

“Él no padecía de nada, aparte de las cosas de la edad como un poco de (problemas con el) azúcar. Los dos infartos que recibió ese día fue lo que le causó la muerte. Fue bien repentino”, narró Pedro Jorge, quien fungió como portavoz de la familia.

 No obstante, expresó que la tristeza que siente la familia se aplaca un tanto al recordar el legado que deja su papá.

"No había una persona con mayor compromiso de hacer la diferencia en Puerto Rico", agregó el hijo mayor del exsuperintendente, quien hoy día está a cargo de la tropa de Boy Scouts que Toledo fundó hace varias décadas.

De hecho, es gracias a ese compromiso que se creó la fundación Pedro Toledo Dávila, una institución sin fines de lucro que trabajará con el tema de seguridad, se anunció.

“Quiero darle continuidad a su trabajo”, dijo el hijo.

Por su parte, José Toledo aseguró que su papá vivía preocupado por la problemática de inseguridad que se vive en Puerto Rico.

“Aunque él dejó el puesto (de superintendente), siempre estuvo al tanto y bien preocupado por la situación del país, por cómo se está afectando la calidad de vida y que la gente está viviendo asustada”, dijo José Toledo.

Las capillas E y F de la funeraria fueron abiertas al público a las 11:30 a.m. y rápidamente se formó una larga fila de personas que querían entrar al recinto donde yacía el féretro con los restos de Toledo.

A uno de los lados del ataúd azul grisáceo, que estuvo cerrado, se podía observar una fotografía de Toledo con sus nietos y en el otro lado una foto del ex super y una gorra de la Policía.