La magistrada federal Silvia Carreño Coll denegó la petición de la defensa del convicto Hilton Cordero Rosario para que no se emitiera una orden de hábeas corpus para que estuviese presente en la vista de supresión de evidencia en el caso en su contra por posesión de pornografía infantil que se realizará el 13 de abril. 

Su abogado, José Nieto Mingo, presentó a principios de semana una moción para que el excomisionado de la Policía Municipal de San Juan bajo la administración de Jorge Santini no sea transportado desde la institución de mínima seguridad Oakdale I, en Luisiana, donde cumple su sentencia, hasta la Isla para la vista por entender que no es requerida su presencia.

“La presencia de un acusado criminal no es requerida en una vista que envuelve un cuestionamiento de la ley. Sin embargo, cuando la vista envuelve asuntos de hechos y de admisibilidad de evidencia que pueden determinar el resultado de los procesos, como en este caso, las cortes tienen que reconocer que su presencia es crucial”, manifestó en su orden Carreño Coll.

Agregó que “por la naturaleza crítica de la vista y el potencial resultado que está en juego, se protegen mejor los intereses del convicto si está presente”.

La citada vista de supresión de evidencia está pautada por mandato del Primer Circuito de Apelaciones de Boston, que en mayo de 2015 determinó que evidencia encontrada en la computadora de Cordero Rosario podría estar “contaminada” por los allanamientos que hizo la Policía de Puerto Rico y no debió de ser admitida.

La determinación fue a raíz de la apelación que presentaron Nieto y la licenciada Melanie Carrillo, quienes indicaron que dos registros que la Policía hizo para la incautación de la computadora de su cliente y otros efectos no se llevaron correctamente porque el segundo registro no fue autorizado por Cordero Rosario. El mismo, sin embargo, fue avalado por su exesposa, Deborah Martorell. El foro apelativo decidió que debe llevarse a cabo una vista para que se determine cuál de toda la prueba fue contaminada y debe ser suprimida.

El juez federal Gustavo A. Gelpí solicitó que la magistrada vea la vista y le haga una recomendación al respecto.

El fiscal federal Marshal D. Morgan adelantó el año pasado que la evidencia incautada en la computadora no es la única prueba que tienen en contra de Cordero Rosario, sino que también encontraron 89 imágenes sexualmente explícitas de una menor en un disco duro externo de computadora que fue entregado voluntariamente a las autoridades federales por Martorell, el 21 de abril de 2011. Aclaró que el mismo no fue ocupado por la Policía en los allanamientos que realizaron el 4 y 25 de febrero de 2011 en la residencia donde el convicto vivía con su entonces esposa y sus dos hijas.

El 1 de febrero de 2013, Cordero Rosario, de 55 años, hizo alegación de culpabilidad por posesión de pornografía infantil que contenía en un disco duro que era parte de la computadora de la familia, que fue confiscada por la Policía de Puerto Rico el 4 de febrero de 2011. Fue sentenciado por el juez Gelpí el 18 de noviembre de 2013 a 10 años de cárcel y 15 años de libertad supervisada, y a restituir $48,675 a la perjudicada. El convicto, quien pidió perdón por su conducta durante la vista de lectura de sentencia, tiene pautado salir de prisión el 22 de agosto de 2020.