Horas más tarde de arrollar a Mayra Elías Díaz y a otros dos corredores temprano en la mañana del 22 de septiembre de 2012, Luis D’Acosta de Jesús acudió a un cuartel de la Policía para reportar un accidente, pero no dijo que había atropellado a tres personas y tampoco llevó el auto que conducía al momento del incidente.

Así lo indicó hoy el agente investigador del caso, Alexis Cardona, en el primer día del juicio que se sigue contra D'Acosta de Jesús por destrucción de evidencia en el Tribunal de Primera Instancia de San Juan.

Entre las conductas que el artículo 285 del Código Penal penaliza como destrucción de evidencia -que podría conllevar una pena máxima de hasta tres años de cárcel- se encuentra que se esconda dicha evidencia, "con el propósito de impedir su presentación" en relación a una investigación criminal.

El mes pasado D’Acosta de Jesús se había declarado culpable por tres cargos graves de lesión negligente, uno menos grave por conducir de manera negligente y otro menos grave por abandonar la escena aquella mañana del 22 de septiembre del 2012. Su sentencia está pautada para el próximo 6 de mayo y, si recibe un informe probatorio favorable, podría recibir una sentencia suspendida.

 Al único cargo por el que D’Acosta de Jesús no hizo alegación de culpa fue el de destrucción de evidencia, que es el juicio que se ve desde hoy.

"Él (D’Acosta de Jesús) ha sido categórico en todo momento en que él no destruyó evidencia", dijo Wilfredo Díaz Narváez, quien defiende al acusado junto a los también abogados Wilmarie Díaz Narváez y Víctor Ramos Rodríguez.

Durante el juicio en la sala 1105 y ante la jueza Eloína Torres Cancel, el agente Cardona dijo que el accidente ocurrió cerca de las 6:00 a.m. del 22 de septiembre de 2012 en Puerta de Tierra, cerca del parque Luis Muñoz Rivera, y ese mismo día antes de las 8:00 a.m. D’Acosta de Jesús fue al cuartel más cercano a su residencia, Bayamón Norte, y reportó un accidente en la carretera número 2 de Bayamón, pero expresó que no sabía con qué chocó. Tampoco llevó el auto.

Según el testimonio del agente, D’Acosta de Jesús acudió un total de tres veces a ese cuartel, y nunca llevó el auto. En una de esas tres visitas, el acusado dijo que recordó que había chocado "un camión de basura".

El auto, una guagua Nissan Versa color blanca, fue ocupada por la policía el 9 de octubre de 2012 cuando, tras una confidencia, el agente Cardona corroboró que se encontraba en la marquesina de la casa de su mamá, Mabel de Jesús, en una residencia en la urbanización Santa Rosa en Bayamón.

La guagua tenía una sábana que la cubría parcialmente, además de una silla con una camiseta que ocultaba la tablilla, dijo el agente a preguntas de los fiscales Fleming Castillo y Betzaida Quiñones.

Sin embargo, a preguntas de Díaz Narváez, el agente Cardona testificó que pudo ver el auto a simple vista desde la calle en el interior de la marquesina, y que permanecían en el vehículo diferentes marcas del choque, como cristales rotos, sangre y cabello.

El agente también declaró que de la investigación se desprende que el 22 de septiembre el acusado lucía en "shock", "automatizado" y "traumatizado" durante su visita al cuartel Bayamón Norte.

Desde su silla de ruedas, que usa desde el accidente, Elías Díaz acudió a la sala 1105 acompañada por su esposo Luis Javier Pérez y por otra de las corredoras accidentadas, Ana María Rivera.

El juicio continúa mañana, viernes, a las 9:00 a.m.