Aguadilla. “Ella pegó a gritar. Cuando yo llegué, la que pegó a gritar fui yo”.

La escena que encontró la vecina de una mujer de 25 años, cuando subió a su vivienda para asistirla porque la llamaba a gritos, quedó grabada en su memoria.

El esposo de la joven presuntamente disparó en varias ocasiones contra ella, dejándola en el lugar desangrándose. Inmediatamente huyó de la escena.

Cuando la vecina escuchó que la llamaban con insistencia, subió a la residencia que queda en un segundo piso y “el barrio entero se enteró por los gritos, y llamaron a la Policía”.

Según relató la vecina bajo anonimato, la pareja lleva sobre dos años viviendo al lado de su residencia, en el barrio Camaseyes, en la carretera 467, cerca del Junker González y la Pizzería Pellot.

Mientras, las autoridades continúan la búsqueda del individuo, que fue identificado como Josué Ríos Calderón, de 28 años, quien tras herir a su esposa a eso de las 1:38 p.m. de ayer salió huyendo en su vehículo, un Nissan Sentra color verde.

Este abandonó el auto frente a las instalaciones del Programa de Probatoria del Departamento de Corrección y escapó hacia un área boscosa aledaña, atravesando el residencial Juan García Ducós, ubicado en la PR-107. El vehículo fue ocupado por la Policía.

El capitán Julio C. Pérez, jefe del CIC de Aguadilla, explicó que la joven, cuya identidad es protegida por ser víctima de violencia de género, fue ingresada al hospital Buen Samaritano, en Aguadilla, donde recibió atención médica. Dentro de las circunstancias, se dijo que la condición de la mujer es estable.

“Hasta el momento no hemos podido confirmar si el individuo tiene expediente criminal”, mencionó el capitán, quien destacó que el caso está siendo investigado por el agente Harry Muñiz, de Homicidios, y el fiscal Juan Ramos de Aguadilla.

De no darse con el paradero de Ríos Calderón, se le estarían radicando cargos en ausencia temprano en la mañana de hoy.

Pérez dijo a este diario que el incidente ocurrió en el interior de la residencia, pero “no había niños presentes en ese momento”.

La pareja tiene dos hijos, un niño y una niña. Esta última había almorzado en su casa y luego llevada a la escuela, confirmó la vecina.

“Ellos nunca habían tenido una pelea. Era una pareja normal”, dijo la mujer. Su versión fue confirmada por otra vecina que se encontraba precisamente comentando “que nunca nos imaginamos algo así de él”. Se supo que la pareja estaba desempleada.

Presuntamente, la víctima le comentó a su vecina, en lo que llegaban las autoridades, que desconocía que su esposo tuviera un arma en la casa.

Primera Hora intentó comunicarse con la madre de la joven, quien se encontraba en las afueras de la Sala de Emergencias en el hospital, pero el tío de la joven indicó que la familia no haría expresiones.

La madre estaba devastada, hablando –entre lágrimas– por teléfono. El tío, quien tampoco quiso identificarse, confirmó que los padres están muy preocupados y que el incidente los tomó por sorpresa. Expresó que la madre estaba muy afligida por la condición de su hija, quien al parecer perdió mucha sangre.

La víctima recibió heridas de bala en sus extremidades. La vecina confirmó que estas fueron mayormente en las piernas y las manos, porque aparentemente la joven forcejeó con su esposo para quitarle el arma.