Un accidente de carácter fatal y otro grave, ocurrieron entre la noche del viernes y la madrugada de hoy, sábado, en hechos por separado en Camuy y Toa Baja, informó la Oficina de Prensa de la Policía.

 El accidente fatal ocurrió a las 11:20 p.m. de ayer, en la carretera PR-119 de Camuy, donde un motociclista perdió la vida tras estrellarse contra un árbol.

Según información suministrada por el agente Xavier Román Aguilar, adscrito a la División de Patrullas de Carreteras del Área de Arecibo, Yamil Sánchez Maldonado, de 47 años, conducía su motora Harley Davidson color negra, a velocidad exagerada en dirección de Camuy a Arecibo, por lo que perdió el control y chocó contra el árbol a orillas de la carretera.

Sánchez Maldonado falleció en la escena a consecuencia de las heridas recibidas en el accidente.

El fiscal Roberto Osorio ordenó el levantamiento del cadáver y que se ocupara la motora para fines periciales.

Por otro lado, a eso de las 5:21 a.m. de hoy, sábado, cuatro personas resultaron heridas en medio de un accidente de carácter grave ocurrido en la carretera PR-165 en dirección hacia Toa Baja.

Según informes preliminares, Michael Lamberti Rodríguez, de 42 años, manejaba por el lugar en un auto marca Chevrolet Lumina color blanco, modelo del año 1998 y cerca del kilómetro 36.8, perdió el control del volante impactando un poste de aluminio por causas que se investigan.

Los cuatro pasajeros del automóvil, dos hombres y dos mujeres, resultaron heridos ya que algunos salieron expulsados y otros quedaron pillados en el vehículo.

Las edades de los heridos, que aún no han sido identificados, fluctúan entre los 18 y 28 años, según el informe de novedades de la Oficina de Prensa de la Policía del Área de Bayamón.

De los cuatro pasajeros un hombre y una mujer fueron transportados hacia el Centro Médico de Río Piedras, la fémina, en condición de gravedad. Los otros heridos son atendidos en el Doctor’s Center de Bayamón y en el Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) de Cataño.

El accidente fue investigado por el agente Norman Torrens, adscrito a la División de Patrullas de Carreteras del Área de Bayamón.

Al conductor se le realizó la prueba de aliento, arrojando un .18 % de alcohol en su organismo.

El caso fue citado para una fecha posterior.