Jugaban a la lucha libre” cuando la fatalidad los sorprendió. 

Esa fue la versión que ofreció el padrastro de un infante que fue transportado sin signos vitales al Hospital Metropolitano de Utuado el lunes por la tarde, donde fue declarado muerto.

Nelson Schelmetty Rivera, de 20 años, fue acusado ayer por el delito de asesinato en su modalidad de maltrato por la muerte de un niño de dos años de edad. 

El juez Elvin Taveras, del Tribunal de Utuado, determinó causa para arresto contra el vecino de la barriada Los Pinos en Utuado, señalándole una fianza de $2.5 millones la cual no prestó. 

El individuo fue ingresado en el complejo correccional Las Cucharas en Ponce hasta el día de la vista preliminar.

El director interino del Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) de Utuado, el teniente Jaime L. Chévere, indicó que la pesquisa aun no ha concluido ya que esperan por la evaluación de unos expedientes del Departamento de la Familia que había iniciado una investigación y conocer si el menor había sido sometido a algún patrón de maltrato físico.

El oficial indicó que la mujer, de 28 años de edad, tiene otras hijas de 3 y 4 años, producto de otras relaciones.

“No sabemos el contenido de los informes y si el caso es con la víctima también”, sostuvo el teniente en entrevista con Primera Hora.

No se descarta que en una etapa posterior de la pesquisa la madre del niño, que se encuentra embarazada del imputado, enfrente cargos por negligencia y maltrato. 

El menor presentaba signos de violencia compatibles con golpes, ya que se observaron marcas de nudillos en su frágil cuerpo. Sin embargo, todavía esperan por la certificación de muerte. 

“Queremos saber si hay un patrón de maltrato; hasta el momento no tenemos causal”, aseveró el teniente.

La progenitora del menor muerto llevaba un año y medio de relación con el ahora imputado. Ambos estaban desempleados. 

El teniente dijo que la residencia donde viven es humilde, en un sector de suma pobreza, pero estaba limpia y observaron que había comida para los menores. 

La investigación estuvo a cargo del Ángel J. Negrón Maldonado, adscrito a la División de Homicidios de Utuado, y consultado con el fiscal Rodney Ríos.