La agente investigadora Lorimer Aquino Fariña, del Cuerpo de Investigaciones Criminales de la Policía de Carolina, solicitó en diciembre de 2011 al Instituto de Ciencias Forenses (ICF) que examinara la residencia que Roberto Quiñones Rivera y Yexeira Torres Pacheco compartían en Villa Carolina.

También pidió al ICF que analizara e interpretara los patrones de sangre en dicha casa y en la van blanca Ford Econoline del expolicía.

Así trascendió este lunes en la continuación del juicio que se sigue contra Quiñones Rivera por la muerte y desaparición de su novia en octubre de 2011.

Durante el turno de preguntas de la fiscal Alma Méndez Ríos, Aquino Fariña explicó que estas peticiones se realizaron el 12 de diciembre de 2011, casi dos meses después de reportada la desaparición de la bailarina y coreógrafa.

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El 19 de noviembre del 2011 y a petición de la Fiscalía, también pidió al ICF que realizara un segundo análisis de la van del acusado. La guagua había sido examinada por un equipo de técnicos de escena de la Academia de la Policía el 10 de noviembre de 2011, quienes identificaron manchas de aparente sangre en el asiento del pasajero y en la cabina, entre otros puntos.

Como parte de sus gestiones, la agente, que empezó a declarar el lunes pasado, señaló que entregó al ICF las muestras de saliva tomadas a Iris Pacheco Calderón y Víctor Torres Santiago, padres de Yexeira, para comparaciones de ADN con las muestras de aparente sangre encontradas en la casa de Villa Carolina y en la guagua del acusado.

Ante el juez Francisco Borelli Irizarry, del Tribunal de Carolina, apuntó que el 27 de diciembre de 2011 solicitó al ICF que analizara varias piezas que ocupó durante una búsqueda que realizó en un área boscosa en el sector Quebrada Seca en Ceiba.

En el lugar, la agente tomó un pedazo de plástico plateado, un pedazo de papel de aluminio, un cojín, material vegetal y tierra con pelos que estaban sobre una bolsa de comida de perro.

Indicó que tomó estas piezas y las envió para análisis porque pensó que podían guardar relación con el acusado.

Específicamente mencionó que tomó el cojín porque Quiñones Rivera era tapicero y que tomó el material vegetal con pelos porque el acusado tenía un perro.

Todas las muestras ocupadas en Ceiba se marcaron como exhibits del Ministerio Público sin objeción de la defensa, compuesta por los abogados Jorge Gordon Menéndez y Orlando Cameron Gordon.

Durante un extenso testimonio, Aquino Fariña, quien es la testigo número 33 del Ministerio Público, señaló que solicitó y recibió órdenes del tribunal para tomar una muestra de saliva al acusado y a su sobrino Javier Sánchez Salamán.

Estas muestras, explicó, se compararon con una mancha de sangre que el ICF descubrió en una butaca que estaba en la cabina de la van del acusado y que tenía un perfil genético masculino.

La agente investigadora, que siguió declarando en el inicio de la séptima semana del juicio, mencionó que entrevistó a familiares y amigos de Yexeira para conocer sus hábitos y costumbres.

De esas entrevistas, descubrió que la relación de la pareja era "tóxica" y que Yexeira estaba considerando terminar su relación con el acusado.

Sobre los arañazos que Quiñones Rivera mostró a tres testigos y que adjudicó a Yexeira, Aquino Fariña afirmó que eran "sumamente importantes porque pudo haber ocurrido un evento de violencia".

Además, Aquino Fariña detalló las decenas de subpoenas o peticiones de información que realizó a hospitales, cárceles, hospitales psiquiátricos y al ICF para ver si tenían un registro de Yexeira o de una Jane Doe con sus características.

En ninguno de esos lugares se encontró rastro de Yexeira.

También solicitó información a bancos y el plan médico de Yexeira, pero después de la desaparición de la bailarina no se detectó movimientos en sus cuentas bancarias o visitas a centros de salud o médicos.

 El juicio continúa mañana, martes.