A más tardar este lunes, las autoridades decidirán qué harán con dos hombres arrestados el sábado tras supuestamente colaborar en el robo de $511,000 del negocio Santa Juanita Gas, ubicado en el barrio Piñas de Toa Alta.

El teniente José Luis Ortiz, subdirector del Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) de Bayamón, explicó que los agentes de la División de Robos, encabezados por el sargento Félix Rivera, consultarían este domingo con la fiscalía de Bayamón qué cargos se les someterían a los arrestados Randy Matos Rivera, de 32 años, y Harold Borrero Borrero, de 43, quienes permanecen detenidos en la Comandancia de Bayamón.

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También indicó que el caso ha sido consultado con las autoridades federales.

Matos Rivera, vecino de Toa Baja, tiene expediente criminal por robo y homicidio. Su alegado compinche está fichado por otros delitos que no fueron precisados de inmediato.

Matos Rivera fue arrestado en junio del 2000 como responsable de la muerte de un socio con quien asaltó un negocio en la urbanización Lomas Verdes, en Bayamón. También se le acusó por la muerte de una de las víctimas de ese robo.

La secuencia de hechos del caso del sábado arrancó, alrededor de las 10:30 a.m., con la llegada de varios individuos a bordo de dos vehículos con gravámenes al negocio Santa Juanita Gas, donde algunos de los sujetos portando máscaras y armas de fuego -incluido al menos un rifle- intimidaron a clientes y empleados del local, y se llevaron la cantidad de dinero antes mencionada. El sábado trascendió que eran cinco asaltantes, pero Ortiz no quiso confirmar este domingo la cifra.

A preguntas de la prensa, el oficial explicó que todavía resta por indagar, entre otras cosas, por qué el propietario del local tenía tanto dinero guardado en el negocio.

"Él dirá la procedencia del dinero", dijo Ortiz. "Estamos haciendo las entrevistas de rigor".

Este medio supo, a través de otra fuente policíaca, que se investiga si el robo ha sido producto de un trabajo interno.

Tras el asalto, en el que nadie resultó herido, se desató una persecución luego de que uno de los perjudicados llamó a la Policía y ofreció la descripción de dos guaguas, una Jeep Compass, color vino, la cual tenía una tablilla que no le correspondía, y una Honda CR-V gris, la cual fue hurtada en el área de San Juan.

Como producto de la persecución, se arrestó a un hombre en la comunidad Villa Olga, en Toa Baja, y el otro en el barrio Bucarabones de Toa Alta. Durante parte del trayecto, en el que las autoridades perdieron la pista de los sospechosos por momentos, los individuos cometieron varios “carjackings”, y dejaron parte del dinero con joyas y otra propiedad robada, máscaras y un arma de fuego Taurus 9 milímetros en el sector Botellero, también en Toa Alta.

Ortiz no quiso confirmar alegaciones del comisionado municipal de Toa Alta, Israel Martínez, en el sentido de que sus agentes fueron tiroteados por los asaltantes.

Tampoco quiso anticipar qué curso tomaría la fiscalía de Bayamón en el caso, pues se están verificando cámaras de seguridad, y todavía se tienen que entrevistar testigos. El subdirector del CIC de Bayamón rechazó confirmar información provista por la agente del caso, Jennifer Serrano, en el sentido de que los testigos no quieren cooperar.