Los inspectores del Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico se preparan para una investigación de más de una semana para dar con las causas del incendio que se registró en la mañana de hoy, lunes, en una fábrica en este municipio y que según sus propietarios dejó pérdidas de $5 millones.

Para poder controlar el enorme incendio, fueron necesarios cerca de unos 50 bomberos de Aguas Buenas, Caguas, Cayey, San Juan y Gurabo. El fuego finalmente fue controlado a eso de las 9:30 a.m., casi cuatro horas y media después de la alarma.

El siniestro ocurrió en un edificio, propiedad de la compañía INCO, que se dedica al ensamblaje y venta de muebles y equipo para oficinas, desde su centro de operaciones en la carretera PR-794, en el sector Camino Verde, barrio Cagüitas, en Aguas Buenas.

"La investigación puede tomar el resto de esta semana y de la próxima", dijo el jefe del Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico, Pedro Vázquez. "En caso de que se determine que hubo una causa intencional, se trabajará con la Policía", agregó.

"Extinguimos el fuego y luego procedimos a meter máquinas para sacar los escombros y apagar cualquier llama aislada que quedara", explicó Vázquez. "En todo ese tiempo ya estaba el 'fire marshall' inspeccionando los alrededores", destacó.

La investigación preliminar incluye el reporte de dos personas que fueron vistas en horas de la madrugada y que escaparon cuando llegó la Policía.

El teniente coronel Juan Cáceres, comandante de área de Caguas, dijo que los agentes pudieron anotar la tablilla del vehículo, que luego se pudo corroborar que aparece como hurtado. No obstante, Cáceres dijo que todavía es muy temprano para relacionar el incendio con los desconocidos que huyeron del lugar.

Vecinos indican que escucharon una primera alarma poco después de las cuatro de la mañana y luego vieron llegar a la Policía. Cerca de una hora después, escucharon de nuevo la alarma y entonces pudieron ver las llamas que comenzaron a asomar por el techo de la estructura.

El presidente de INCO, José Cimadevilla, explicó que el incendio comenzó en un área que tienen rentada a otra compañía, que se dedica a la venta de artículos para la pintura, pero rechazó versiones de las autoridades de que en el lugar hubiera pinturas y otros materiales flamables.

 Poco a poco, las llamas pasaron al almacén de INCO, pues solamente los separaba una pared del edificio. "Ahí el problema es que el material almacenado era madera y plástico y eso cogió fuego bien rápido", sostuvo el jefe de los Bomberos.

Las residencias más cercanas y un cuido de infantes tuvieron que ser desalojados por el fuerte olor y la nube de humo, que se podía ver desde varios municipios aledaños.

Drama humano (subtítulo)

Varios empleados que llegaron a las instalaciones no lo pensaron dos veces para acompañar a Cimadevilla para entrar al edificio sin estar seguros de lo que encontrarían. Poniendo sus vidas en peligro, ayudaron a su jefe a sacar documentos valiosos para la administración de la compañía, que emplea a unos 60 trabajadores.

"Es una pérdida demasiado de grande para todos nosotros. Lo perdimos todo. Muchas familias dependíamos de esto", expresó Carlos Díaz, empleado de INCO por 19 años, al admitir que no dudó en arriesgarse por su patrono.

"Es mi sueldo… son mis hijos, ahí está todo lo que yo… Llevo 19 años. Si me tengo que sacrificar un poco más, lo hago", agregó Díaz, al mencionar que esta semana estaba en gestiones de conseguir la aprobación para comprar una casa.

Otro de los propietarios de la compañía, Héctor Torres, reunió a varios de los empleados para manifestarles que harán todo lo posible para continuar con sus operaciones en otro lugar. Les recordaron que antes de mudarse a Aguas Buenas en 1996, la compañía había atravesado por una situación similar cuando tenían sede en Trujillo Alto, donde debutó en 1986.

"Ya identificamos unos lugares en Caguas, unos almacenes, donde vamos a llevar la mercancía que vamos a recibir en estos días. Son unos 18 vagones que vienen de camino. Esto no nos va a detener", expresó Torres, ante la mirada de los empleados, algunos visiblemente afligidos.

Según Annette Román, vicepresidenta de finanzas de INCO, intentaron calmar la ansiedad que consideraba natural por la relación de "familia" que han llevado por muchos años.

"Emocionalmente, uno viene a donde uno trabaja todos los días y encontrase eso… pues la escena es un poquito fuerte y ciertamente causa emociones", sostuvo Román. "Pero vamos a seguir adelante y ellos lo saben".

En el incidente, ninguna persona resultó herida. Solamente un bombero necesitó asistencia médica por la inhalación de humo. Mientras, Cimadevilla dijo que tomará tiempo estimar las pérdidas, pero sí pudo adelantar que son "millonarias".

Por su parte, el alcalde de Aguas Buenas, Luis Arroyo, aseguró que los empleados serán atendidos mañana por personal del Departamento del Trabajo para ofrecerle asistencia con un programa que se dedica a atender este tipo de situación de emergencia.

Arroyo también dijo que buscará las alternativas para que INCO se quede en Aguas Buenas. No pudo evitar confesar que de partir a otro municipio, sería un golpe fuerte a las finanzas públicas del pueblo.

Los propietarios de la empresa estimaron las pérdidas por el incendio en $5 millones: $2 millones por los daños a la estructura y $3 por el contenido en su interior.