Los encargados del Albergue de Víctimas y Testigos nuevamente demostraron que actúan sin control y responsabilidad en esa instalación.

En una vista previa al juicio contra la mucama Aida de los Santos Pineda, acusada de asesinato, un funcionario del Albergue admitió que no tienen ninguna información en récord del incidente ocurrido allí en octubre de 2010, que las autoridades clasificaron como intento de suicidio, mientras que ella alegó que fue un intento de asesinato.

Carlos Figueroa, quien acudió al Centro Judicial de San Juan en representación del Albergue, dijo que no existía ningún detalle al respecto.

“Del expediente no se desprende más información... no hay detalles”, declaró Figueroa en voz baja.

El funcionario se negó rotundamente a explicar fuera de sala por qué no se conservó ningún testimonio ni se rindió ningún informe al respecto.

De los Santos enfrenta juicio por asesinato en primer grado y violación a la Ley de Armas por supuestamente matar a su jefa, Georgina Ortiz Ortiz, esposa del ex juez del Tribunal Supremo Carlos Irizarry Yunqué.

Precisamente, ayer se discutió si los abogados de la empleada doméstica podían tener acceso a la declaración jurada que prestó el ex juez acerca de la muerte de su esposa.

También estaba en jaque la declaración de la hija del ex juez, Lida Irizarry, quien llegó a la escena del crimen y meses después se sometió a un interrogatorio en el Departamento de Justicia tras batallar en corte para hacerlo junto a un abogado. Otro testimonio en controversia es el de un técnico experto en computadoras. La jueza Eloína Torres debe decidir el asunto e informará a las partes el próximo miércoles.

Por otra parte, ayer en la vista se resolvió, además, que la defensa tendrá acceso a datos sobre las cuentas bancarias de la pareja, mientras que ya no les cobrarán a los abogados unos discos compactos con copia de evidencia a la que tienen derecho como parte del descubrimiento de prueba.

“Hemos adelantado mucho”, dijo en señal de victoria Lucille Borges, uno de los abogados, junto a Aarón Fernández a su salida del proceso. En la sala dijo que el cobro que se pretendía imponer podía sentar un mal precedente para acusados de escasos recursos, pero que tampoco cualifican para un abogado del Estado.

De los Santos, quien cojeaba, no estuvo presente en la mitad de las discusiones en sala porque la atendería un ortopeda para revisarle la rodilla en la que se alega que tiene una infección.

Este diario dio cuenta del supuesto tratamiento deficiente que recibía la mucama, según el Comité Dominicano de Derechos Humanos.

El juicio está pautado para iniciar el 25 de febrero.