Un clamor de justicia fue elevado ayer por los padres de la joven Delilah Benítez Colón, de 20 años, quien murió el 25 de enero, a consecuencia de los golpes sufridos cuando el conductor de un automóvil impactó la motora en la que viajaba como pasajera, causándole la muerte. 

Transcurrido casi un mes de su muerte, Javier Benítez de León y Linda Colón, padres de la batutera fallecida, opinan que la Policía no ha hecho una investigación a fondo para atrapar al conductor que le provocó su muerte y luego escapó de la escena sin socorrerla a ella ni al conductor de la motora. 

“La Policía no está haciendo nada. Nos sentimos furiosos porque la Policía no nos está ayudando”, sostuvo la progenitora de la víctima, mientras que el padre intervino para indicar que “tras que le dieron un cantazo y la dejaron tirada y la Policía nada que ver, no investiga, no han hecho nada. Necesitamos que se haga justicia”.

Los padres plantearon que se sienten frustrados con la Policía porque no han visto a los investigadores entrevistando a potenciales testigos, ni tampoco consideran que hayan aclarado los comentarios que han circulado en su vecindario sobre la identidad de los posibles sospechosos.

Benítez de León indicó que el conductor de la motora fue dado de alta el 30 de enero, el mismo día en que sepultaron a su hija. 

Posteriormente, logró comunicación con él y le pidió encarecidamente que colaborara con las autoridades. 

“Si tú sabes algo, habla (le indicó al motociclista) dice que no recuerda, pero yo creo que todos los comentarios que han dicho en el barrio es porque puede saber algo”, agregó Benítez de León sin ofrecer más detalles. 

El papá de la víctima teme que los sospechosos, con el tiempo, sigan actuando con impunidad y que las autoridades se olviden de la investigación. 

Contó que ha llamado en innumerables ocasiones al agente del caso, de apellido Barreto, adscrito al Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) de Vega Baja, para darle seguimiento a la pesquisa y, presuntamente, no responde sus llamadas o les dice “que está ocupado, que se comunicará luego” y se quedan esperando.

“Yo lo llamé a su teléfono celular; lo llamé tres veces y me dijo que estaba en Hato Rey y que iba a pasar por nuestra casa, pero no fue. Lo volví a llamar y no respondió. Eso le da motivo a pensar que no están haciendo su nada”, sentenció molesto. 

Por su parte, el inspector José Ortiz, subdirector del Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) de Bayamón, indicó que durante la entrevista, el testigo no pudo aportar información de valor para la investigación. 

“Fue entrevistado, lo que pasa es que dice que ve dos focos de frente, eso es lo que dice y que el carro siguió y no pudieron hacer nada. Hemos indagado con otras personas, pero no quieren cooperar. Nosotros entendemos la molestia de los familiares, que han perdido repentinamente a su hija, y por eso tienen el dolor a flor de piel”, respondió Ortiz.

Los padres también dijeron que ni siquiera se ha radicado en la Comandancia de Área de Bayamón el informe de los hechos, el cual es solicitado por la Administración de Compensaciones por Accidentes de Automóviles (ACAA), y que las veces que han acudido a solicitar el documento no han recibido un trato adecuado. 

El progenitor recordó que la última vez que fue a solicitar el informe sintió que lo trataron como un delincuente. 

El inspector Ortiz aseguró que tienen a un sospechoso con un extenso expediente criminal por hurto de vehículos, encarcelado por otros delitos, mientras culminan con la investigación del accidente que ocurrió en la carretera PR-690 del sector Sabana Hoyos de Vega Alta, sin embargo, todavía no tienen la evidencia requerida para radicarle acusaciones.

La intervención con el individuo de 21 años ocurrió días después del accidente mientras los investigadores realizaban una vigilancia relacionada al caso. 

Al sospechoso se le ocupó una pistola Smith & Wesson, cargada con 14 balas, de calibre 9 milímetros.

Los familiares, por su parte, alegan que los agentes dejaron en libertad al acompañante de este sospechoso, a pesar de que - presuntamente- viajaba en el vehículo el día del accidente, según los comentarios que han circulado por la comunidad donde residen. 

El automóvil marca Hyundai Elantra, color bronce, del año 2016, fue encontrado quemado en el barrio Santana de Dorado, lo que dificulta también la pesquisa, ya que dependen de los análisis de las pruebas periciales. 

“Necesitamos justicia para nuestra niña sentimos un dolor muy grande. Mi nena era muy buena, no tenía malicia ni nada, era muy querida”, exclamó llorosa la madre, a quien la consume el dolor.