La vista preliminar contra José "Coco" Gómez López, acusado de la masacre de Aguas Buenas y presunto líder del narcotrafico en la región central, arrancó hoy, martes, con el testimonio de la mujer policía Lissandra Aponte.

La agente está adscrita al Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) en Caguas y tenía asignada la investigación sobre la balacera en la que murieron cuatro personas y otras seis resultaron heridas.

En la Sala 301 del Centro Judicial de Caguas, que preside el juez Carlos Candelaria Rosa, el desfile de prueba contra Gómez López continuará el próximo 23 y 24 de junio con la culminación del testimonio de la agente Aponte.

Además, esos días podrían ser llamados a declarar testigos adicionales del Ministerio Público, representado por los fiscales Phillipe Mesa y Gabriel Redondo. El acusado es representado por la abogada Ana González.

Aponte testificó inicialmente sobre su investigación, describió cómo se encontraba la escena del crimen, aludió a más de 50 casquillos encontrados en el lugar de la balacera y a cómo fueron localizando a testigos, dijo Redondo.

El fiscal agregó que espera sentar en las próximos vistas al menos a cuatro testigos del asesinato múltiple, en el que tres de los muertos han sido identificados por las autoriddes como víctimas inocentes.

Gómez López, de 29 años, tiene una fianza global de $22.4 millones por 28 cargos de asesinato, tentativa de asesinato y violaciones a la Ley de Armas, entre otros delitos graves.

El acusado se encuentra ingresado en la cárcel federal de Guaynabo con cargos relacionados a la posesión de dos pistolas alteradas para ser convertidas en armas automáticas, cinco cargadores, $2,600 en efectivo y una onza de marihuana, material que tenía en su poder al momento de su arresto en un motel de Toa Baja, que se produjo gracias a confidencias.

Junto a Gómez López fue arrestado Gabriel “Papi Love” Rodríguez López, de 29 años, identificado como su "guardaespalda", así como dos mujeres.

Las autoridades sospechan que Gómez López asumió control del narcotráfico en la zona este del país tras convertirse en sucesor del otrora líder narco, Jaime Dávila Reyes, conocido por el apodo de "Peluche" y quien fue capturado por las autoridades federales en febrero del 2012.

En la masacre ocurrida en el casco urbano de Aguas Buenas murieron Luis D. González Torres, de 32 años, conocido por Danny Cabeza; Manuel A. Hernández Manzueta, de 55; Elizabeth Marín Cotto, de 45, y su hija Griselda De Jesús Cotto, de 17. Todos eran residentes de Aguas Buenas.

En la balacera resultaron heridos Neftalí Medina Correa, William Hernández Medina, Eliseo Rodríguez Ortiz, Héctor J. Rivera Resto, Mayra Collazo Rivera y Miguel Cardona García, según informó la Policía.