Tras la muerte de siete personas en Toa Baja en hechos que se vinculan al narcotráfico, el senador Alejandro García Padilla insistió hoy en la aprobación de una medida de su autoría que propone establecer un plan para atender el problema de adicción a drogas mediante un enfoque salubrista, que incluye la medicación de los adictos.

La medida del legislador popular, radicada en mayo, dispone crear un equipo interagencial que tendría que presentarle a la Asamblea Legislativa antes de que termine el año un plan integral que atienda a los adictos con una óptica salubrista, pero no elimina el trato punitivo que se le da al problema actualmente.

"El país está pasando por una crisis de seguridad pública sin precedentes. Hay que cambiar las estrategias que por mucho tiempo se han implementado y que evidentemente no funcionan. Haciendo las mismas cosas se obtienen los mismos resultados, Puerto Rico no aguanta más esta situación. El proyecto... busca que se incluya la óptica salubrista para atender el problema de las drogas en nuestro país, mientras se persigue y encausa al que las distribuye", manifestó el senador en un comunicado.

Según la exposición de motivos de la pieza legislativa, el enfoque salubrista, entre otras cosas, incluye asistir al adicto con medicamentos como la buprenorfina y la metadona, "probados científicamente que reducen el uso riesgoso de opiáceos, mejoran el estado de salud de las personas y ayudan a reducir la conducta criminal asociada con el consumo de drogas".

Añade que estudios científicos en otras jurisdicciones señalan que este tipo de tratamiento reduce la actividad delictiva asociada con el narcotráfico hasta en un 50%.

El comité interagencial estaría encabezado por la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA), y compuesto también por los jefes del Departamento de Salud, la Policía, Corrección y Rehabilitación, el Departamento de la Familia y Justicia.

García Padilla recordó, además, que existe un informe positivo sobre una medida que busca controlar el expendio de bebidas alcohólicas después de las 2:00 de la madrugada y otra para, a modo de prueba, impedir que menores de 16 años estén en la calle después de las 10:00 de la noche sin supervisión de un adulto.