El Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) del área de Arecibo trabaja intensamente para tratar de identificar al o los responsables de ultimar a golpes a una octogenaria de nacionalidad mexicana quien residía en Quebradillas hace décadas.

La mujer, según la pesquisa preliminar del crimen, fue asesinada durante un robo domiciliario hace varios días, pero su cadáver fue localizado ayer, jueves, en una residencia ubicada en el barrio Terranova del citado pueblo, donde la mujer vivía sola.

Según el director del CIC, inspector Ángel Viera, la víctima, identificada como María Ríos Sánchez, de 83 años y quien atendía un puesto de verduras en el área de la plaza de recreo de Quebradillas, fue encontrada por sus sobrinos, quienes no la veían desde el miércoles y fueron hasta su residencia en horas de la tarde del jueves para saber de ella.

Relacionadas

El cadáver de la comerciante estaba en el baño de la vivienda y tenía las manos atadas con cadenas y candados. Se cree que pudo haber sido asesinada el martes por la noche.

“Estaba en el baño con las manos atadas con cadenas y candados, pero entendemos que el incidente ocurrió en la sala de la residencia y la arrastraron hasta el baño. También presentaba golpes en diferentes partes del cuerpo, ya que su cuerpo estaba bien hinchado. Encontramos sangre en una pared”, dijo Viera.

Sobre el motivo del crimen, el inspector indicó que los investigadores no tienen duda de que se trató de un robo domiciliario. Esto, a pesar de que la puerta principal de entrada no estaba forzada y el portón posterior estaba clausurado.

“Definitivamente, el móvil es el robo domiciliario. La casa estaba en desorden porque buscaron dinero y posiblemente porque forcejeó con él o los asaltantes. La señora manejaba dinero, (y) el día 2 de agosto recibió el cheque del Seguro Social. Tenía ingresos de su negocio de venta de viandas y tenía tres casas, así que sabían que manejaba dinero”, agregó Viera.

En la vivienda se levantó evidencia científica que es vital para poder esclarecer el crimen.

El director del CIC dijo también que el o los victimarios inspeccionaron todos los cuartos de la residencia en busca de dinero y prendas. Sin embargo, no encontraron $3,000 en efectivo que tenía ocultos en una cartuchera de una cooperativa y una cantidad considerable de prendas en oro, en el área de la cocina.

 Tras el crimen, los investigadores entrevistaron a varios vecinos y al cuñado de la víctima en busca de pistas que les ayuden a dar con los asesinos.

Aún faltan por ser entrevistados sus tres sobrinos, otros vecinos y allegados.

 Uno de los residentes de casas aledañas le dijo a los investigadores que el martes por la noche escuchó a Ríos Hernández decir: “está bien”, en varias ocasiones pero la frase no le levantó sospechas.

La Policía acudió a los residenciales Guarionex y Vigo Salas como parte de esfuerzos para lograr el esclarecimiento del caso debido a que no han recibido mucha colaboración de los ciudadanos en esta etapa de la pesquisa, agregó Viera.

 Ríos Sánchez era de nacionalidad mejicana, pero residió en Puerto Rico durante los pasados 50 años. Era madre de dos hijos, quienes viven en los Estados Unidos.

“Doña María era na persona bien conocida y bien querida”, concluyó el inspector.