CANOVANAS. “No podemos seguir permitiendo que sigan muriendo personas en las carreteras”.

Así lo declaró el representante por el distrito 14 de Hatillo y Arecibo, José “Memo” González, durante una vista ocular de la Comisión cameral de Transportación e Infraestructura que preside el representante, José Luis Rivera Guerra, la cual investiga las condiciones en las que quedaron las intersecciones del país tras el paso del huracán María, donde quedó evidenciada la falta de coordinación entre las Autoridades de Carreteras y Transportación (ACT) y de Energía Eléctrica (AEE).

Todavía en la isla quedan 253 intersecciones con problemas de energía, en su mayoría en la zona metropolitana, reveló por su parte, el ingeniero Dixon Vargas, coordinador de Servicios de Reparación de Semáforos de la ACT.

“Estamos coordinado con (la Autoridad de) Energía Eléctrica porque la mayoría de los problemas son por conexiones. Tenemos en inventario aproximadamente 1,200 intersecciones que ya se han trabajado la mayoría de ellas, tenemos cerca de 200 que todavía faltan por trabajar por sacar proyectos para reparación”, indicó el ingeniero civil.

El punto de encuentro de la comisión fue la intersección de la carretera PR-3 con la PR-9959 que conduce hacia el pueblo de Canóvanas cuyos semáforos fueron instalados por el DTOP hace un mes y todavía no están funcionando ya que requieren de la instalación de un equipo que permita que reciba la energía eléctrica.

El autor de la medida investigativa, “Memo” González, expuso que la situación se repite en las zonas que ya han evaluado, en particular comentó sobre el problema urgente de seguridad que existe en estas intersecciones de mayor flujo vehicular en las cuales ya no hay policías para controlar el tránsito.

“Las carreteras están inseguras en este momento. Yo puedo entender que hay semáforos que no tienen la toma, que hay semáforos que no tienen la caja, pero ahí hay avenidas que tienen los semáforos puesto y por el mero hecho de coordinación entre la autoridad y carreteras no se ha resuelto, mientras eso pasa esta mañana dos accidentes más, no podemos permitir eso”, sostuvo González, al referirse al distrito que representa.

Aseveró que el problema es tan grave que en el horario de 7:30 a 8:00 a.m. las intersecciones se convierten en un “pandemonio” tanto para los conductores como para los peatones.

“No podemos seguir permitiendo más accidentes, no podemos seguir permitiendo que atropellen a más personas y mueran, personas inocentes, todavía no nos han conseguido esa estadística, pero vamos tras de ella”, aseveró González, a quien el Negociado de Patrullas de Carreteras de la Policía no le ha suministrado esas cifras.

De hecho, desde el 20 de febrero Primera Hora le solicitó al Negociado de la Policía esa información la cual no ha sido suministrada tras admitir que no trabajan ese tipo de estadísticas.

El legislador mencionó dos accidentes de carácter fatal en los meses de enero y febrero, ambos con peatones, en la carretera PR-2 salida hacia el barrio Domingo Ruiz y en la PR-129 hacia la entrada al barrio Dominguito, ambas en Arecibo las cuales fueron atribuidas a los desperfectos de los semáforos de esas intersecciones. 

Por ejemplo, señaló que tuvo que esperar dos semanas por la reparación del semáforo de la avenida Atlántico en Arecibo, pero ahora falta la conexión de la AEE lo cual es imperante que se haga de inmediato porque transitan por la zona cientos de conductores hacia el centro comercial, la Universidad Interamericana y la comunidad Jardines y Vista Azul que son de las más grandes. El puente peatonal ya no existe porque fue derribado por el huracán. 

“No se puede utilizar porque María se llevó el puente peatonal, entonces al no estar la gente tiene que cruzar esa avenida, estudiantes, niños, madres y es una carretera principal, la número dos…las carreteras en Arecibo se han convertido en un deporte extremo para cruzarlas, tenemos que estar esquivando los carros, velando cómo podemos cruzar, salir corriendo, parar volver a correr, ese es el detalle”, sostuvo González.

De su lado, Rivera Guerra planteó que en las últimas semanas el problema mayor que han detectado en las intersecciones es que las mismas ya tienen instalados los semáforos, pero siguen pendientes de que se reparen el sistema eléctrico para que puedan operar a pesar de que ya hay electricidad.

“Faltaba esa comunicación entre la Autoridad de Carreteras y la Autoridad de Energía Eléctrica…se hizo una prioridad de 145 semáforos, intersecciones que ya estaban bastante listas, la etapa final que estamos ahora en estas dos a tres semanas es el punto de conexión. Hemos sido el puente de comunicación”, apuntó Rivera Guerra.

El representante Ángel L. Bulerín Ramos, por el distrito de Río Grande, Loíza y Canóvanas, coincidió con sus homólogos sobre la falta de coordinación de las labores y reiteró las dificultades por las que atraviesan los automovilistas en estas zonas de peligro las cuales también carecen de otra iluminación.

Dijo que en su distrito también tienen problemas en la intersección de la urbanización Villas de Loíza y en la carretera PR-958 que conduce hacia los barrios Malpica y Guzmán Arriba, entre otras comunicaciones en Río Grande porque no se ha levantado la infraestructura todavía.

Durante la vista ocular estuvo presente la alcaldesa de Canóvanas, Lorna Soto y su grupo de trabajo.