Las autoridades investigan un incidente en el que una agente del precinto de Puerto Nuevo resultó lesionada anoche mientras intentaba detener a los ocupantes de una guagua que debía estar bajo su custodia, frente al edificio 1, del residencial San Fernando. 

El comandante de área de San Juan, coronel Leovigildo Vázquez Bonilla, indicó que los sucesos se iniciaron a las 7:00 p.m. de ayer, jueves, cuando un agente adscrito al “Strike Force” se comunicó con el precinto para indicarles que había recibido confidencias de que frente al edificio 1, del referido caserío, se encontraban varios individuos portando arma largas en el interior de dos vehículos. 

Al caserío se movilizaron tres policías del precinto de Puerto Nuevo en una patrulla rotulada y localizaron los vehículos que fueron descritos por el informante del agente, estacionados en el lugar. 

“Entran, los localizan y se acercan a una guagua marca Mitsubishi Montero y ven que se baja un individuo que sale corriendo”, explicó Vázquez Bonilla. 

Los policías no pudieron arrestar al sospechoso, que se alega vestía una camisa color roja, y al acercarse a la guagua supuestamente percibieron un fuerte olor a marihuana, por lo que decidieron solicitarle a la Unidad Canina que movilizara a uno de los manejadores para rastrear los vehículos. 

El perro detector de narcóticos marcó como positivo a drogas los vehículos y dos de los policías se movilizaron hacia la Fiscalía de San Juan para requerirle la orden de registro y allanamiento al fiscal Eduardo Beale. 

Los vehículos sospechosos fueron descritos como una guagua Mitsubishi Montero, color blanca, del año 2010, y un Chevrolet modelo Ventura, del año 2004.

El coronel agregó que la agente Jeannette Aponte Surillo se quedó en el residencial junto a otros dos policías del precinto, custodiando los vehículos, mientras se autorizaba su registro. 

A las 11:30 p.m. se escucharon disparos en el residencial y mientras los policías buscaban refugio, tres individuos aprovecharon para abordar la guagua e intentar huir del residencial.

“Se escucharon detonaciones y los agentes intentaron cubrirse y los individuos aprovecharon el descuido y el bullicio que se formó para abrir la guagua y montarse en la guagua Mitsubishi”, dijo Vázquez.

En la huida, tomaron por la salida hacia la avenida José de Diego y se toparon de frente con una patrulla con dos agentes que están asignados a una unidad preventiva de robos, los cuales daban rondas por el lugar cuando fueron alertados sobre el tiroteo. 

El conductor de la guagua retrocedió hacia el edificio 1 del residencial e intentó tomar la salida hacia el callejón Bullón, del sector Monacillos, en Río Piedras, donde fueron interceptados por la agente Aponte Surillo, que les bloqueó el paso con la patrulla. Mientras esto ocurría, los otros dos agentes permanecieron fuera del vehículo oficial. 

Cuando la guagua chocó contra la patrulla de la Policía. se volcó, y los tres individuos salieron corriendo sin ser arrestados. Tampoco hay evidencia de que los agentes les dispararan a los maleantes. 

En la guagua fue ocupado un rifle AR-15, dos cargadores, 70 balas y un celular. El arma larga quedó en custodia del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), según el oficial. 

De la investigación se desprende que la guagua fue hurtada durante un robo ocurrido el 6 de junio en la calle Barbosa, sector La Puntilla en Cataño. El vehículo es del año 2003 y le habían cambiado la tablilla por la de una guagua con la misma descripción, pero del año 2010. 

Las autoridades contactaron al dueño de la tablilla para citarlo y que explique por qué no la había reportado hurtada, entre otras interrogantes. 

El otro vehículo sospechoso fue registrado con la autorización de su propietario y no se encontró nada ilícito en su interior, reveló Vázquez, en entrevista con este medio. 

La agente que resultó lesionada ya fue dada de alta. 

La investigación fue referida a la División de Agresiones del Cuerpo de Investigación Criminal del área de San Juan. 



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