Los seis agentes estatales atacados a tiros anoche en Ponce vigilaban en el residencial Rafael López Nussa, como parte de un plan de trabajo que la Policía estableció allí a raíz de dos asesinatos ocurridos en la periferia a principios de junio.

Ninguno de los policías resultó herido de bala.

El grupo, adscrito a la Unidad Motorizada, estaba frente al edificio 40 del mencionado complejo de vivienda pública cuando fue atacado, precisó hoy el teniente Harry Solivan, director de la División de Homicidios de Ponce.

Los disparos se realizaron desde un vehículo que transitaba por la carretera PR-2, a las 8:00 p.m. de ayer, domingo. Al momento, las autoridades no cuentan con una descripción del mismo ni saben cuántos ocupantes tenía.

“Hay un plan especial de vigilancia y rondas dentro del residencial, y ellos estaban allí como parte de ese plan de trabajo”, señaló el teniente Harry Solivan, director de la División de Homicidios de Ponce.

El oficial explicó que esa vigilancia es parte del plan estratégico que desarrolló el coronel Héctor Agosto, comandante de área de Ponce, luego de los asesinatos de dos hombres reportados en ese residencial y en la urbanización aledaña (Starlight), el 1 y 10 de junio, respectivamente.

Tal como se hizo a principios de este año adentro y en la periferia de los caseríos Pedro J. Rosaly y Juan Ponce de León, en el residencial López Nussa se estableció un puesto de vigilancia y se ordenó dar rondas preventivas.

En el área se recuperaron 20 casquillos de arma larga calibre 2.23.