Los investigadores de la División de Homicidios del área de Utuado aguardan por los resultados de autopsia de un infante de nueve meses que fue declarado muerto ayer en la sala de emergencias del Centro de Diagnóstico y Tratamiento del municipio de Adjuntas.

Según los informes preliminares, las autoridades fueron alertadas a través del Sistema de Emergencias 9-1-1-, a eso de la 1:20 p.m. de ayer, viernes, por Julio Cardona, padre del bebé de nueve meses de nacido, quien alegaba que su hijo tenía complicaciones de salud.

El menor, identificado como Diego Cardona, estaba pálido y se le observaba algún tipo de reflujo saliendo de su boca según las declaraciones iniciales ofrecidas por el padre al 9-1-1, por lo que fue transportado por paramédicos hacia el centro de salud municipal donde certificaron su fallecimiento.

 El sargento Omar Román Ríos, director de la División de Homicidios del área de Utuado, explicó que el infante se encontraba al cuidado de padre, de 21 años, el cual es paramédico, quien lo acostó a dormir. El joven se quedó dormido también porque había trabajado de madrugada mientras que su pareja se fue para una cita médica.

 Cuando llegó la madre del menor a la residencia y fue a verificar al niño, observó que no respondía.

 “El padre le brindó los primeros auxilios y los paramédicos lo transportaron hasta el hospital que queda casi al lado de la casa donde lo certificaron muerto”, detalló el sargento Román en entrevista con este medio.

 El bebé estaba enfermo con catarro y según el sargento, se observaba bien cuidado y saludable.

 “No presentaba evidencia de maltrato físico”, observó el sargento, tras indicar que de manera preliminar el médico que lo atendió en la sala de emergencia indicó que había muerto por asfixia. En la cuna, agregó, se observó una mancha con reflujo.

 Sin embargo, se prosiguió con el protocolo establecido en estos casos para que un patólogo del Instituto de Ciencias Forenses certifique las causas de muerte del infante.