El propietario de un perro que murió el viernes a manos de un sargento de la División de Drogas de la Policía en Fajardo será citado para acudir esta semana ante la fiscalía, y podría ser acusado por infracciones menos graves a la Ley de Protección de Animales por no tener a su mascota bajo su custodia.

El incidente, que no fue divulgado por la Oficina de Prensa de la Policía, ocurrió detrás del edificio 6 del residencial Vista del Mar, en Fajardo, y la pesquisa de la Uniformada concluyó que no hay base para procesar al oficial por maltrato de animales.

Según el teniente José Fontánez, jefe de la División de Drogas en Fajardo, ese día algunos agentes acudieron al vecino residencial Pedro Rosario Nieves para realizar unos arrestos, y varios de los sujetos buscados brincaron una verja que separa este caserío de Vista del Mar.

Fontánez, quien estuvo en la escena, relató que uno de los oficiales en la intervención fue el sargento Alfredo Leguillú, quien alegó que se topó en un área abierta con una perra raza bóxer –en la querella se describe como un pit bull-, y que el animal intentó morderlo. Fue en ese momento que el oficial utilizó su arma de fuego, y le hizo al menos un disparo, que mató a la perra en el acto.

En la querella, se identifica al dueño del animal como Félix Roberto Robledo, de 47 años.

Fontánez explicó que, a raíz del caso, fue activado el personal de la División de Responsabilidad Profesional de la Policía. Un agente del cuartel de Fajardo de apellido Delgado investigó la queja, y consultó el caso con la agente Cynthia Cruz, coordinadora a nivel Isla de la Ley 154 para el Bienestar y la Protección de Animales.

Según el jefe de la División de Drogas en Fajardo, la pesquisa concluyó que el sargento Leguillú tenía razón legítima para utilizar su arma de fuego, y el dueño de la perra podría ser acusado por no haber mantenido a su mascota con cadena.

Este no es el único caso por el que se investiga a un integrante de la División de Drogas de Fajardo.

La semana pasada, durante la madrugada del domingo, se suscitó un arresto en una gasolinera de Fajardo que culminó en la radicación de una querella por brutalidad policíaca que todavía es investigada por la fiscal Ida Agosto.

El querellante en ese caso, Wilfredo Luis Robles Pomales, alegó que fue confundido con un maleante y que fue golpeado en diferentes partes del cuerpo por un agente mientras yacía esposado en el suelo.

Luego, la propia Policía reconoció que Robles Pomales había sido confundido con otra persona.

Vídeos del incidente fueron recuperados y, Fontánez opinó que no existen méritos para que la fiscalía maneje el caso como uno de abuso policiaco.