Guánica. En su tercer viaje hacia la Bahía Bioluminiscente de Lajas el martes por la noche, el capitán José Hernández Zapata llevaba 28 pasajeros, muchos de ellos turistas extranjeros, cuando sintió un fuerte impacto que provocó que se desprendiera el techo de madera de la embarcación y una veintena de personas resultaran heridas.

Hernández Zapata operaba La Nena, una lancha de 31 pies de eslora de Torres Boat Services en La Parguera. Además de turistas de Nueva York, Florida, Canadá, Jamaica y Puerto Rico, en la lancha iba un nadador que activa los dinoflagelados que iluminan el agua.

La Nena fue impactada en la parte trasera izquierda por una Hydra Sport de 33 pies de eslora capitaneada por Ricardo Vélez Amador, quien daba un paseo con 10 familiares.

“Llevábamos como seis minutos de viaje y estábamos detrás de isla Magüeyes de camino hacia la bahía cuando sentí un impacto por la parte de atrás de la embarcación. Yo salí expulsado del asiento y caí en el piso”, relató Hernández Zapata ayer, luego de ser entrevistado por el teniente Efraín García Maldonado, oficial a cargo del área oeste del Cuerpo de Vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), y el teniente Javier López, de la Guardia Costanera.

Ambas agencias investigan si hubo negligencia en la colisión ocurrida a las 9:30 p.m. del martes en la costa lajeña y que dejó 22 heridos, dos de los cuales están en el Centro Médico de Río Piedras. Otros se encontraban en hospitales de San Germán y Yauco.

“Oigo gritos y veo que parte de la capota había caído encima de las personas. Pude quitarle la marcha a la embarcación, nadie cayó al agua y como estaba bien cerca del muelle, llegamos”, indicó.

Hernández Zapata, de 42 años de edad, aseguró que tenía las luces de reglamento “como siempre”. 

“Ellos (los de la otra lancha) siguieron de largo, pararon como a media milla más o menos de distancia. Pienso que tenían que venir a velocidad”, dijo.

Por su parte, Vélez Amador alegó que la lancha de Torres Boat Services estaba a oscuras.

“La embarcación de madera y fibra de vidrio que cargaba más de 20 personas se encontraba sin luz alguna. No había manera que yo u otra embarcación los hubiese visto”, señaló Vélez Amador por escrito.

“El recuerdo de toda mi familia es la gente gritando en la oscuridad porque ni siquiera la embarcación… contaba con equipo de primeros auxilios. Como se alumbraban fue con sus propios celulares”, agregó el capitán, quien dijo que a un familiar le tuvieron que tomar nueve puntos de sutura en la cabeza.

El teniente García Maldonado dijo que investigan silos operadores tenían las luces de navegación y si alguno de ellos “no guardó las reglas de navegación prudente y razonable”.

“Si uno no tiene visibilidad tiene que ir a cinco nudos y ese impacto no fue de cinco nudos”, sostuvo.