El secretario del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y aspirante al Senado, Juan Dalmau Ramírez, opinó este jueves que la propuesta hecha por la administración de Barack Obama para reestructurar gran parte de la deuda pública de Puerto Rico constituye un retroceso político para el País y no contempla el desarrollo económico.

"La misma se trata de una acción de un ejecutivo demócrata lavándose las manos y llevando a Puerto Rico al matadero de un congreso republicano", indicó en declaraciones escritas.

En resumen, la propuesta de Casa Blanca incluye que el legislativo federal autorice un reajuste abarcador de la deuda, la creación de una junta federal que supervise el cumplimiento del plan de recuperación -"respetando la autonomía de Puerto Rico"-, mejor acceso a fondos de Medicaid, y la plena vigencia en la Isla de los créditos contributivos por ingresos devengados (EITC) y niños dependientes (CTC).

Para Dalmau, “la idea de una especie de Capítulo 9 (de la Ley de Quiebras) ‘agrandado’, en donde se incluiría a los territorios como jurisdicciones que podrían declararse en quiebra, (dejaría como) única consecuencia… que en lugar de tener una quiebra desordenada, Puerto Rico tendrá una quiebra aparentemente ordenada pero, al final del camino, estaremos igualmente en quiebra".

Sobre la junta de control federal, también contenida en el plan, Dalmau dijo que representaría que Puerto Rico estaría en una sindicatura parecida a los tiempos de la Ley Foraker (1900), “donde los gobernantes eran nombrados a dedo por el presidente americano y sus poderes eran plenipotenciarios".

Asimismo, el líder independentista opinó que la propuesta federal destaca varios aspectos que el gobierno de Alejandro García Padilla supuestamente pretende ignorar. Estos problemas son el colonialista y la falta de poderes.

De paso, opinó que el agradecimiento del gobernador a la Casa Blanca por esta propuesta "es la celebración de aquel que tiene una cita con el dentista, todo el mundo sabe que eso termina mal y, lejos de ser motivo de celebración, debe ser motivo de vergüenza para quienes nos llevaron a la crisis".