El juez federal Joseph R. Goodwin permitirá que en el juicio contra Pablo Casellas Toro por emitir declaraciones falsas a un alguacil federal se presente la prueba relacionada a las armas que el acusado alegó le robaron en un supuesto "carjacking", pero no admitirá evidencia o argumentos relacionados a que ocurrió un asesinato en su hogar el 14 de julio, del mismo año.

El juez que presidirá el caso, de Virginia del Oeste, emitió la orden hoy, luego de que el abogado de Casellas Toro, Francisco Rebollo Casalduc, solicitara que se excluya del juicio toda evidencia relacionada al asesinato de la esposa de su representado, Carmen Paredes Cintrón, por lo que fue convicto y sentenciado a 109 años de prisión. La defensa alegó que mencionar datos del caso estatal sería injustamente perjudicial, y pidió excluir información sobre el arma homicida, una pistola FN Herstal, la cual fue lanzada desde un auto Mercedes Benz el día de los hechos, o que se encontraron proyectiles y casquillos en la casa del acusado y en el cuerpo de la víctima.

Los fiscales de Florida Michael E. Gilfarb y Andy Camacho se opusieron a la moción de la defensa, dado a que aclararon que no presentarán argumentaciones relacionadas al asesinato ocurrido en la casa de la pareja, pero que necesitan probar que los proyectiles y casquillos fueron encontrados en la residencia el 14 de julio de 2012, y que tiraron la pistola desde el vehículo para poder probar que las armas que Casellas Toro alegó le robaron el 17 de junio, estaban en su casa casi un mes después.

"Entiendo que la evidencia relacionada a que el acusado asesinó a su esposa sería injustamente perjudicial porque podría invitar al jurado a emitir su veredicto independientemente de los méritos de este caso. Por ende, el gobierno no podrá introducir evidencia o argumento indicando que el acusado fue convicto o sentenciado por asesinato. Sin embargo, encuentro que no es injustamente perjudicial permitir que el gobierno pruebe que las alegadas armas robadas, incluyendo la pistola, estaban en la casa del acusado el 14 de julio de 2012, siempre y cuando el gobierno lo haga sin mencionar el asesinato", ordenó el juez.

"Esta evidencia es altamente probatoria del hecho de que el acusado mintió sobre el carjacking. No es injustamente perjudicial porque el gobierno debe probar, más allá de duda razonable, que el acusado mintió sobre el carjacking. Probando que cada una de las armas supuestamente robadas no fueron realmente robadas, es la forma lógica para el gobierno llevar su caso", agregó.

No obstante, Goodwin aclaró que no le permitirá a la fiscalía mencionar nada relacionado a la autopsia de Paredes Cintrón, ni informes de patología, ni sangre encontrada en casa del acusado ni los proyectiles que encontraron el cuerpo de la excorredora de seguros.

"Estos temas son claramente injustamente perjudiciales, ya que invitaría al jurado a enfocarse en un asesinato", añadió Goodwin.

El pliego acusatorio emitido por un gran jurado el 10 de abril de 2013, detalla que el hijo del juez federal Salvador E. Casellas, "a sabiendas y voluntariamente ofreció testimonio falso, fraudulento y ficticio" al alegar que el 17 de junio de 2012, fue víctima de un robo a mano armada por dos individuos que supuestamente dispararon el cristal trasero de su vehículo y lo hirieron de bala en un brazo para robarle el carro. Según la acusación, el hoy convicto pretendía "crear la falsa impresión de que fue víctima de un crimen" para alegar que le robaron dos armas, que luego fueron recuperadas, una de ellas en su hogar y la otra fue el arma homicida del asesinato de su esposa.

El juicio comenzará el 7 de abril con la selección del jurado.