La joven Kala Denizard se declaró culpable de violar las leyes de armas y sustancias controladas, por lo que fue  referida a un programa de desvío y pagar varias multas.

Acompañada de su madre, la ejecutiva de televisión, Maggie Alonso, la universitaria de 24 años renunció a un juicio por jurado y aceptó culpabilidad en todos los delitos menos graves.

De hecho, los delitos graves, como la violación a la Ley de Sustancias Controladas por poseer marihuana, fue reclasificado a menos grave.