Tras agradecer el apoyo que ha recibido de familiares y amistades, incluyendo la “sincera amistad” del gobernador Alejandro García Padilla, un sonriente Héctor Martínez se entrevistó ayer con su oficial de probatoria luego que la semana pasada un juez federal ordenara su excarcelación y la de un coacusado, el empresario Juan Bravo, ex presidente de Ranger American, sujeto a una apelación que se ventila ante el Primer Circuito de Apelaciones de Boston.

Visiblemente más relajado y delgado, Martínez hizo su entrada al Tribunal Federal a eso de las 10:25 a.m. y salió de la instalación unos 35 minutos después.

“Lo mejor es estar con la familia. Yo creo que esa es la alegría más pura que uno puede sentir”, dijo Martínez, quien descartó asistir a actividades políticas y rehusó entrar en detalles sobre el proceso judicial.

Martínez y Bravo fueron sentenciados por el juez federal Francisco Besosa a cuatro años de prisión y tres años de libertad supervisada por cargos de soborno con relación a un programa que recibe fondos federales. Los hechos del caso giran en torno a un viaje que Bravo supuestamente le pagó a Martínez para ver la pelea de boxeo entre Félix “Tito” Trinidad y Winky Wright.

Durante el caso, los abogados de la defensa aseguraron que el viaje no tenía nada que ver con los cargos imputados ya que los acusados no manejaban fondos federales.

Pero los representantes de la división de Integridad Pública del Departamento de Justicia de EE.UU. que llevaron el caso utilizaron los fondos federales que recibía el cuido del Senado de Puerto Rico como uno de los “ganchos” o subterfugios para poder acusar a Martínez y Bravo.

El Circuito de Apelaciones de Boston pidió que el juez Besosa señalara una vista de fianza ante cuestionamientos sobre las instrucciones del juez al jurado y un cargo de conspiración contra Bravo.

Besosa obvió pautar la vista y decidió excarcelar a los convictos hasta tanto se resuelva su apelación. “Vamos a cumplir la determinación del Tribunal”, aseguró Martínez.