San Germán. Llegó a trabajar y terminó rogando por su vida.

Dos individuos enmascarados amordazaron a una empleada del Departamento de Educación (DE) y la dejaron amarrada a unos tubos de una rampa de acceso a personas con impedimentos, mientras se dedicaban a robar el material de oficina para el nuevo año escolar y un sinfín de detergentes y equipos para limpieza.

El incidente -que se había mantenido “callado” hasta que fuentes de Primera Hora dieron la voz de alerta- ocurrió el pasado miércoles 16 de julio en la escuela Julio Víctor Guzmán en San Germán.

La perjudicada -que funge como T1 (Trabajador 1)- fue identificada como Sandra Rivera, quien llegó al plantel a eso de las 7:00 a.m., mientras todavía el personal administrativo no había llegado, para iniciar sus respectivas labores.

“Ella llegó como de costumbre a su trabajo y entra a la escuela. Escucha unos ruidos y pregunta (al aire) si son unos pintores -que trabajan allí durante estos días acondicionando el plantel- pero en eso salen dos individuos encapuchados y con guantes. Uno de ellos la toma por el cuello y la amarran, llevándole la cartera que contenía $600”, confirmó a este medio el teniente Ángel Rodríguez del distrito policiaco de San Germán.

La mujer permaneció por varios minutos amarrada del cuello al tubo del pasamano de la rampa y amordazada, sin poder gritar auxilio.

Afortunadamente llegó un empleado de la Autoridad de Edificios Públicos (AEP) que se disponía a realizar trabajos en la cancha escolar y escuchó los gemidos de la mujer.

Cuando buscó bien, la encontró en tremendo estado de nervios. De inmediato la rescató y luego llamó a las autoridades.

La querella aparece bajo el nombre de José L. García.

“Fue quien la encontró”, detalló el teniente.

El director de la escuela, Ángel Santiago, narró la versión que le dio Rivera cuando la entrevistó al día siguiente.

“Ella tenía acceso al portón, debido a que la mayoría del personal está de vacaciones. Entró al plantel, ponchó y fue a su salón para iniciar trabajos administrativos”, dijo Santiago.

Explicó que cuando abrió las ventanas del salón se percató de que había unas personas en la parte de atrás de la escuela y pensó que eran los de Edificios Públicos, quienes estaban pintando la escuela en esos días. Los llamó y salió del salón.

Cuando se asomó, vio a los enmascarados, quienes se le abalanzaron encima.

“La amordazan y le ponen una venda en el cuello y la aprietan. Ella les pidió que no le hicieran daño, que no la mataran, que se llevaran la cartera. Ellos la amarraron a los tubos de la rampa y la dejaron en el piso. Como a los diez minutos llegó Papo a la escuela para abrir la cancha y se percata que el carro de la compañera estaba, pero no la ve. Escuchó sus gemidos y cuando se asoma, la encuentra amordazada”, detalló el director, quien regresó de vacaciones para recibir semejante informe.

Aparentemente los individuos huyeron por la parte posterior del plantel, que ubica en la avenida Jorge Ramos Comas, hacia un terreno boscoso.

Santiago confirmó que llegaron a entrar al almacén de la escuela rompiendo los cristales de la puerta.

Según la descripción de Rivera, los sujetos tenían caretas en sus rostros y se hacían señas entre ellos, por lo que no puede identificar siquiera sus voces.

“Se llevaron mercancía recibida a finales de mayo: lápices, bolígrafos, tinta, papel, cartapacios y demás material que estaba supuesto a ser entregado a los maestros ahora en agosto. También, en ese mismo almacén había detergentes para limpieza y se los llevaron”, dijo, sin poder ofrecer el valor estimado de lo hurtado.

Hoy se supone que empleados de Educación inicien un inventario para determinar cuánto se robaron.