Aunque la prostitución que se mercadea por Internet sigue en auge, según reconocen las autoridades, también persisten en la Isla trabajadores del sexo que mantienen prácticas tradicionales ofreciendo sus servicios en las calles.

Estas prácticas, que son las más interceptadas por la Policía, no discriminan esfera social y cuando se llevan a cabo los operativos, las autoridades intervienen con todo tipo de personas, según el comandante José Juan García, quien como jefe del  Negociado de Drogas, Narcóticos, Control del Vicio y Armas Ilegales de la Policía supervisa las investigaciones de estos casos.

Entre los casos más recordados por el comandante figuran el de un hombre que, además de ejercer la prostitución, también se ganaba la vida como payaso, otro era empleado retirado de la Autoridad de Energía Eléctrica y otro era un líder recreativo.

"Son bolsillos distintos y clientes distintos", comentó al comparar la prostitución callejera con otra con servicios coordinados por Internet en casas de citas, en ocasiones promocionadas como “centros de masajes”.

Aunque la Policía realiza sus esfuerzos en los operativos contra la prostitución y las personas son acusadas por violar el Artículo 138 del Código Penal y algunas de ellas son acusadas, la mayoría de los casos no prosperan o culminan con penas que no desalientan a quienes dependen de esta práctica.

Como en Puerto Rico la prostitución es un delito menos grave, la persona hallada culpable puede ser sancionada con pena de reclusión, por un término no mayor de 90 días o una multa no menor de $1,000 ni mayor de $2,000 en la primera convicción. 

Según García, el 99% de las personas arrestadas por prostitución terminan pagando multas que puede oscilar entre los $100 y los $500, según la discreción del juez que vea la vista. Admitió que algunos arrestados brindan información falsa sobre sus domicilios y faltan a las vistas. De hecho, en el 2015, la Policía de Puerto Rico realizó 568 arrestos por esta práctica.

Lugares frecuentados para la prostitución

Aunque en ocasiones se mueven de lugar para evitar ser capturados, la Uniformada tiene información sobre varios puntos en donde se practica la prostitución callejera.

El comandante García especificó que en Toa Baja las autoridades intervinieron con varias parejas en la zona playera de Levittown en donde "iban a los uvales a sostener sexo".

En San Juan, por otro lado, durante 2015 se realizaron operativos policiacos contra la prostitución en las calles Condado, Simón Madera, José de Diego, Arzuaga y en  el Paseo De Diego. También hubo intervenciones en tramos de la  PR-181, en Río Piedras. 

En Caguas, la actividad de prostitución callejera se ha concentrado en la calle Padial y la avenida Gautier Benítez donde agentes del Negociado de Drogas, Narcóticos, Control del Vicio y Armas Ilegales de la Policía también ha realizado redadas, al igual que en la avenida Constitución, en Arecibo.

Además, han realizado arrestos en el casco urbano de Mayagüez, en las calles Méndez Vigo, así como en la calle Vives, en Ponce.

En la región capitalina, tras el cierre del lugar conocido como el Paseo de los Enamorados, en Puerta de Tierra, la Policía reconoce que han proliferado actividades de prostitución en ciertas calles de Ocean Park.

"El Paseo de los Enamorados era 24/7. Un área bien expuestas para turistas y estudiantes y con escuelas cerca", dijo García al recordar que en la zona se construye ahora un nuevo paseo lineal.

En Ocean Park, mientras, se recibieron múltiples querellas sobre la práctica del "cruising", en la que hombres llegaban al lugar a bordo de sus vehículos y concertaban actos sexuales con o sin paga que eran consumados en áreas públicas, observó el comandante.

"Eso es un área pública. Hay ciudadanos que se cohíben de usar esa áreas por miedo a ver ese tipo de conducta y se les está coartando su derecho de estar allí", argumentó.