El fiscal Jorge Ramos y la Policía en el área de Carolina han optado por dejar en libertad a un individuo detenido ayer como parte de la investigación de una balacera con un saldo de dos hombres heridos en la urbanización La Cerámica, en Carolina.

La secuencia de eventos de este caso arrancó a eso de las 5:00 p.m., en la calle Ramón Quiñones, cuando un hombre de 33 años llegó en compañía de otro individuo a bordo de un carro Toyota Yaris y fueron recibidos a tiros en circunstancias que aún no están totalmente claras.

Como resultado de la balacera resultó herido el pasajero del Toyota Yaris, quien recibió impactos de bala en diferentes partes del cuerpo, al igual que Ariel Calcaño González, de 41 años, ambos vecinos del caserío Torres de Sabana.

Calcaño González tiene récord delictivo por amenazar y utilizar la violencia contra un funcionario del orden público, por un caso del 2000, al igual que cargos por sustancias controladas. El sujeto alegó a la Policía que se encontraba en el lugar esperando que lo fueran a buscar para poder ir a trabajar.

Tras la balacera, el conductor del Toyota Yaris llevó a su acompañante al hospital de la Universidad de Puerto Rico en Carolina. En la institución, el herido se bajó por su cuenta y el conductor se fue a la huida. Antes de ser entubado, el herido, quien tiene récord delictivo, dio su nombre, pero el mismo no sería revelado por la Policía hasta que no sea identificado por algún pariente.

Aunque el conductor del Toyota Yaris salió a toda prisa del lugar, pudo ser arrestado por agentes municipales de Carolina. En su intento por evadir a las autoridades, lanzó un arma de fuego al pavimento. Mientras, otra arma, ensangrentada, fue hallada dentro del automóvil.

Este medio supo que el sujeto arrestado, quien tiene récord delictivo por Ley de Armas, no ha querido colaborar por la Policía, más allá de decir que fue atacado a tiros desde otro auto. Así las cosas, por lo pronto no se cuenta con suficiente evidencia para acusarlo de delito alguno. El caso incluso se consultó con la Agencia Federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés), pero resolvieron no intervenir.

Por lo pronto, los agentes de Homicidios de Carolina se encuentran recopilando más prueba, incluyendo vídeos de cámaras de seguridad del hospital.