Misael Ayala Dalmau, el barbero que se hizo famoso haciendo un llamado al cese al fuego en el residencial Luis Lloréns Torres, fue liberado esta noche junto a otros cuatro personas luego que ninguno de ellos fuera identificado por una mujer que alegó haber sido agredida en un vídeo club en la avenida Campo Rico, en San Juan.

Ayala Dalmau, junto a Jonathan González Hernández, Javier Rodríguez Concepción, Bryan Anthony Estrada y José Enrique Reyes Vázquez, todos vecinos del residencial Luis Lloréns Torres, fueron sometidos a ruedas de confrontación en el Cuartel General de la Policía tras ser detenidos el lunes por la noche por agentes del cuartel de Monte Hatillo.

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Tras no vinculársele a la comisión de un delito, fueron dejados en libertad a las 7:30 p.m.

De inmediato, el líder comunitario reclamó su inocencia y la de sus acompañantes y afirmó que su única intención fue detener la venta de versiones pirateadas de la película Por amor en el caserío, grabada en Lloréns Torres y estrenada recientemente en el cine.

“Soy inocente. Lo que hicimos de la piratería fue bajo amor por Lloréns Torres. Toditos somos inocentes y vamos pa' encima. No hubo agresión, no hubo ningún delito, por eso estamos aquí y nos vamos pa' la calle. Y tampoco hubo un robo”, manifestó el barbero al salir del Cuartel General.

En síntesis, y según explicó el abogado Carlos M. Rivera Matos, representante legal del grupo, Ayala Dalmau y los otros cuatro detenidos, junto a otros 10 a 15 individuos más, llegaron al club de video Memo, ubicado en la avenida Campo Rico en Río Piedras, a reclamar que se detuviera la venta de versiones pirateadas de la película Por amor en el caserío.

Este medio supo que el grupo llegó con bates, patas de cabra, martillos y marrones, pero no causaron daños ni agredieron a nadie con estos instrumentos. De hecho, al ser detenido, al grupo se le ocupó en el vehículo todas estas herramientas, excepto el martillo.

Según informó la Policía, la querellante, Eva Ortiz Pimentel, dijo que un grupo de hombres llegó a eso de las 9:00 p.m. al negocio pidiendo la película y la empleada, que no fue identificada, respondió que no la tenía disponible. El grupo salió y, según el informe policiaco, 20 personas entraron nuevamente y despojaron a Ortiz Pimentel, quien procedió a llamar a la Policía, de un teléfono celular y la agredieron en un brazo. También perdió un mechón del pelo cuando le arrebataron el teléfono, según contó.

El grupo salió del local, pero fue intervenido por la Policía que llegó al lugar tras el incidente.

Ayala requirió que las autoridades tomen acción contra quienes están pirateando la película.

“Nosotros no cometimos ningún delito y nos siguen a nosotros, y esa gente que piratea se supone que los sigan a ellos también. Todos somos iguales”, señaló.

Por su parte, el abogado Rivera Matos indicó que "estos muchachos estuvieron en una película sobre su comunidad... la película está inspirada en donde viven, vieron un acto de piratería y fueron a informarle a estas personas que eso no debe ser”.

“La Policía los trató muy bien, hizo su investigación, pero resulta que no hay prueba ninguna contra ellos porque ellos no participaron en ningún tipo de agresión contra nadie y no cometieron ningún tipo de delito, dijo Rivera Matos.

De otro lado, Antonio Morales, productor de la película, comentó que el grupo probablemente se enteró de que se vendían películas pirateadas de la producción luego de que se difundiera el lunes por la noche un mensaje de texto entre individuos que se dedican a la venta de películas pirateadas donde se indicaba que el largometraje estaba disponible en el referido vídeo club.

Morales, quien opinó que los detenidos cometieron un acto "heróico", mencionó que tenía sentimientos encontrados porque los jóvenes estuvieron en una celda por defender la película.

"Necesitamos educar a la gente. Yo no tengo control de lo que pasa... hay que parar esto de la piratería. Hay que crear conciencia de que esto tiene que parar", dijo.

Al preguntársele por qué no acudieron a la Policía si tenían la sospecha de que la película era pirateada, Morales apuntó a la baja escolaridad de los detenidos y a que son "marginados".

La fiscal Carmen Iris Ortiz tiene a cargo la pesquisa con el agente José Rodríguez, de la División de Robos de San Juan. No se informó si se radicarán cargos contra otras personas por este incidente.