La mamá de Ana Cacho, Ivette González, declaró esta mañana que luego que el exinvestigador privado, Milton Rodríguez, publicó el libro sobre la muerte de su nieto Lorenzo González Cacho, sufrió de depresión y de estados anímicos no saludables, así como de pérdida de sueño en las noches.

En el segundo día del juicio que se sigue contra Rodríguez, por alegadamente violar el contrato con la familia Cacho y de violar el principio de confidencialidad que exige la Ley de Detectives Privados, la mujer también indicó que empezó a sufrir de ansiedad y que limitó las salidas de su hogar.

“Mi depresión se aumentó al ver cómo me criticaban y me juzgaban cuando yo era la víctima, cuando mataron a mi nieto”, afirmó González.

Ante la jueza Enid Martínez Moya, del Tribunal de San Juan, la mujer repasó algunos de los comentarios de los lectores que aparecían al final de las noticias publicadas en los periódicos digitales.

En esos comentarios, según la demandante, la llamaban “la vieja”, “la bruja” y en ocasiones pedían su muerte.

“'La deben matar con la hija'”, indicó la mujer a preguntas de la licenciada Brenda Berríos Morales sobre los comentarios ofensivos y la campaña de odio que se generó en su contra.

En primera fila, cercana a la mesa de sus abogadas Berríos Morales y Sharon González Maldonado, Ana Cacho seguía el proceso con detenimiento. Tomaba notas y compartía impresiones con otros abogados que se encontraban en la sala 902.

Al final del salón de sesiones, hoy repleto de periodistas y fotoperiodistas que observaban el proceso, se encontraban el capitán Rafael Rosa, director del Cuerpo de Investigaciones Criminales de la Policía de Bayamón y el agente investigador Simón Rosa, quien dirige la pesquisa criminal por la muerte del niño, de 8 años, ocurrida el 9 de marzo de 2010. Ninguno realizó comentarios sobre su presencia en sala a su salida del centro judicial.

“Me aumentó la ansiedad. Me dio miedo por la seguridad de mi hija y por mí”, apuntó González sobre los supuestos efectos que generó la publicación del libro.

En el libro “Caso Lorenzo: Desde mi punto de vista”, Rodríguez ofrece detalles de la investigación que realizó a petición de Cacho y su madre para ayudar a esclarecer la muerte de Lorenzo. Insinúa que González encubría a su hija y a su nieta, quienes de acuerdo a su teoría estaban involucradas con la muerte del menor.

 Después de encontrar al menor ensangrentado en su cama, en la urbanización Dorado del Mar, Cacho llevó el niño al CDT, donde murió. Según el informe forense, el menor tenía heridas en la cabeza realizadas con un objeto filoso compatible a un cuchillo. También recibió un golpe contundente en la cabeza que le provocó un trauma craneal.

En el contrainterrogatorio, la licenciada Yesenia Varela, esposa de Carlos Sánchez, primo y abogado del exesposo de Cacho y padre de Lorenzo, Ahmed Alí González, mantuvo una línea de preguntas dirigidas a establecer que el contrato firmado para investigar la muerte del menor se firmó con la corporación RT Securities, cuyo dueño y presidente es Milton Rodríguez.

Aunque no quedó claro, las preguntas parecieron dirigidas a demostrar que la demanda por incumplimiento de contrato y daños ascendentes a $1 millón debió realizarse contra la corporación y no contra la persona.

Entretanto, en un intento de probar que la alegada campaña de odio en contra de González y Cacho antecedió la publicación del libro, Varela mostró cartas enviadas al Canal 4 y la FCC sobre los comentarios difamatorios realizados por el titiritero Kobo Santarosa en su programa SúperXclusivo, previo al lanzamiento del libro.

En un largo contrainterrogatorio, que debe terminar mañana (miércoles) la licenciada, quien comparte las labores de defensa junto a Luz Vargas Pérez, cuestionó a González sobre las teorías del asesinato de Lorenzo que circularon en blogs y transcripciones de entrevistas realizadas por las propias demandantes, que objetaron las abogadas de Cacho y González.

En esos espacios se ofrecieron teorías similares a las que Rodríguez, quien fue contratado por la familia del menor asesinado, esbozó en su libro, según la licenciada Varela.

Con la presentación de las entrevistas y de la información de los blogs, Varela, quien es pariente de la hija mayor de Cacho, buscó plantear que tanto Cacho como su madre ofrecieron detalles de su vida íntima previo a la divulgación del libro en septiembre de 2010.

Sube de tono la hostilidad

 Pero ante esta línea de preguntas, González, quien lució en control durante la larga jornada de preguntas, replicó que a raíz de la publicación del libro, los comentarios aumentaron en agresividad.

“Los comentarios después de la publicación del libro se tornaron más hostiles porque él (Rodríguez) tenía una credibilidad porque había sido contratado”, apuntó la mujer.

En su contrainterrogatorio, la abogada del exdetective privado, que perdió su licencia a raíz de este caso, también trató de mostrar que la contratación de Rodríguez perseguía implicar a Ahmed Alí en el asesinato de su hijo.

Como parte del esfuerzo y para refrescar la memoria de González, la defensa presentó una entrevista que concedió la testigo al periodista Rubén Sánchez. Durante la presentación del vídeo editado, Cacho lloró al ver fotografías de su hijo. Su mamá, en el banquillo, de los testigos también soltó lágrimas.

Pero en medio de la tensión del proceso y de las lágrimas, surgieron momentos cómicos como cuando la jueza intervino para indicar que no recordaba la pregunta de Varela, luego que la abogada realizó un largo preámbulo antes de formular su interrogante. La propia Varela, en un momento, admitió que no recordaba la pregunta que recién acababa de realizar a González.

Las constantes objeciones de González Maldonado y de Berríos Morales por la prueba que presentó su representación legal también salpicaron los trabajos del día.

Una y otra vez, las letradas argumentaron para récord que los vídeos y los recortes de entrevistas o de blogs no habían sido autenticados adecuadamente y que violaban las Reglas de Evidencia.

En respuesta, la jueza Martínez Moya, esposa del juez federal Francisco Besosa, recalcó que estas objeciones debieron plantearse en el informe con antelación al juicio cuando las abogadas de Rodríguez anunciaron su prueba. Como no se realizó en ese momento, la jueza determinó y reiteró hoy que se entendió esa omisión como una renuncia a este derecho.

Pese a esta decisión de la togada, las abogadas de los tres demandantes (Cacho, González y de su esposo Charles Elías) continuaron con la misma objeción por entender que la determinación no era correcta.

El juicio sigue mañana a las 10:00 a.m. Cacho se sentará a declarar luego que termine de declarar su mamá.