Sobrevivientes y familiares de las víctimas de la masacre en el negocio La Tómbola llegaron hoy  temprano al Tribunal Federal para conocer si el jurado finalmente sentencia a muerte o no a Alexis Candelario Santana, convicto de 22 asesinatos incluyendo las nueve víctimas de la masacre en Toa Baja.

Janet Maisonet Negrón, sobreviviente del vil crimen y quien perdió a su ahijada de ocho meses de gestación en el mismo, llegó a eso de las 9:20 a.m. para,  igual que ayer, conocer si Candelario Santana será sentenciado a la pena de muerte o a cadena perpetua. 

El jurado compuesto por siete mujeres y cinco hombres comenzó ayer el proceso de deliberación pero pidió un receso hasta hoy, y desde las 9:30a.m. está encerrado en un cuarto decidiendo si el convicto, de 41 años, debe ser sentenciado a muerte por inyección letal o pasar el resto de sus días en prisión.

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Maisonet Negrón, quien se crió con Candelario Santana, reconoció sentir ansiedad por el veredicto.  De hecho, esta mujer de 41 años, ha reiterado no estar de acuerdo con la pena de muerte.

Ella es testigo del caso y fue una de las que se sentó en el estrado a testificar contra Candelario Santana en el juicio, un proceso que, según ella, le dio mucha paz.

"Cuando testifiqué sentí paz y siento paz. Uno no se puede llevar eso a la tumba, hay que decir la verdad", dijo la mujer, quien aseguró no temer por su vida.

"Si me quieren matar por decir la verdad, que me maten. Yo sé que, con lo que hice, me estoy arriesgando a que me maten y si lo hicieran me iría en paz porque lo importante es enseñar valores a los hijos", apuntó Maisonet Negrón.

Al revivir lo ocurrido aquella fatal noche del 17 de octubre de 2009, esta mujer agradece a Dios porque la protegió de la ráfaga de tiros que cayeron cerca de ella.

Llegaron hoy al Tribunal Federal de Hato Rey, sobrevivientes de la masacre y familiares de las víctimas a conocer si le darán cadena perpétua o sentencia de muerte a Alexis Candelario Santana.

Esa noche ella se encontraba fuera del negocio La Tómbola junto a su comadre Carmen María, quien estaba embarazada de ocho meses de gestación. Las mujeres se disponían a comprar pastelillos en un negocio aledaño cuando iniciaron los tiros por parte de Candelario Santana y el coautor David Oquendo.

Su amiga y comadre recibió dos disparos en los glúteos que alcanzaron la cabecita de la bebé que esperaba.

En la huída, Maisonet Negrón logró salvar a un pequeño niño de cuatro años que se encontraba en el área. Todo esto ella lo testificó en el juicio.

"Yo tengo un mensaje para los que me tengan resentimiento: si por su mente corre (el pensamiento de) quitarme la vida por haber dicho la verdad, no se desquiten con mi familia, la que testifiqué fui yo", apuntó.