A casi cuatro casi cuatro años del asesinato de Elizabeth Reyes León, ayer, jueves, el juez Héctor Vázquez Santisteban, del Tribunal de Guayama, sentenció a Rodrigo Santos Moret, convicto por el crimen, a 110 años de cárcel.

La oficial de información de la Oficina de Prensa de la Rama Judicial, Ileana Velázquez Lugo, informó a este medio que el togado condenó al hombre a 50 años por un cargo de asesinato en segundo grado y a 60 años por dos violaciones a la Ley de Armas, que contemplaron la imposición de agravantes. Las penas se cumplirán de forma consecutiva.

Santos Moret se encuentra preso en el Complejo Correccional de Ponce desde que el juez lo declaró culpable de dispararle y matar a Reyes León, quien se encontraba frente a la escuela de sus hijos en Cayey el 6 de septiembre de 2012.

Según la prueba desfilada en el juicio, la víctima de 27 años acudió junto a su madre, Elizabeth León, a la escuela Luis Muñoz Rivera, de Cayey, para llevar unas meriendas a sus hijos de cinco, ocho y nueve años.

León declaró durante el juicio que su hija y Santos Moret coincidieron frente al plantel escolar. Según la testigo, el hombre, quien se encontraba en un vehículo, confrontó a su hija y luego de un intercambio de palabras y de bofetadas, el ahora convicto le disparó por la espalda.

El agente Raúl Rodríguez, adscrito a la División de Homicidios en Guayama, investigó el caso junto al fiscal Ramón Ayende Sánchez.

El proceso judicial contra Santos Moret se dilató, entre otras razones, por la repentina muerte del primer abogado del acusado, Leonardo Rosario, y por la fragilidad emocional de la única testigo ocular de los hechos, quien luego de perder a su hija, también sufrió la muerte de su otro hijo.

El padre de Rosario, Pedro Rosario Pérez, y el licenciado José Cotto Luna asumieron la representación legal de Santos Cotto.