La jovencita sometida a un patrón de abuso sexual desde que tenía 12 años por parte de su abuelo Manuel Natal Bracetti tendrá que volver a testificar sobre los traumáticos eventos, luego de que no se produjera un acuerdo para que el convicto federal se declare culpable también a nivel estatal.

La víctima, quien está criando a dos niños producto de las agresiones sexuales de su abuelo, prestará su testimonio por circuito cerrado, informó la Oficina de Administración de los Tribunales (OAT).

El juez Ricardo Marrero, de la sala 302 del Tribunal de Caguas, así lo dispuso ayer, jueves, luego de que la abogada de defensa Celimar Gracia, de la Sociedad para la Asistencia Legal (SAL), se allanara a la petición de la fiscal Cándida Sellés Ríos a esos efectos.

Una petición para que la licenciada Gracia fuera relevada como abogada fue denegada, se informó.

Marrero fijó para el próximo 26 de marzo, a las 9:00 a.m., una última vista de estatus, antes del comienzo del juicio contra Natal Bracetti, que iniciará el 9 de abril.

Hasta esa última vista, las partes tienen oportunidad de dialogar sobre un posible preacuerdo que, hasta el momento, no se ha logrado concretar, a pesar de que Natal Bracetti ya cumple una sentencia federal de 24 años y 4 meses, ligada a los mismos hechos.

En el foro federal, el convicto se declaró culpable por transportar a su nieta desde su hogar en Cidra hasta la finca de su propiedad en San Lorenzo en múltiples ocasiones durante junio y julio de 2010, con la intención de cometer actos sexuales ilegales y prostituirla, al pagarle entre $20 y $80.

Entretanto, en la esfera estatal, el convicto encara dos cargos de agresión sexual, así como dos de actos lascivos y maltrato de menores.

La investigación extiende el patrón de abuso sexual desde 2009, cuando la menor tenía 12 años, hasta 2011.

La pesquisa se dilató debido a que tomó más de un año la obtención y el análisis de las muestras de material genético para confirmar que el convicto era el padre biológico de los dos hijos de su nieta.