El exdetective privado que contrató la familia de Ana Cacho para investigar inicialmente el asesinato del niño Lorenzo González Cacho deberá pagarle a la familia $575,000 por publicar un libro con los datos levantados durante los servicios que prestó a través de su compañía RT Security Corporation.

De la suma, Milton Rodríguez deberá pagar $200,000 a Cacho, mientras que la empresa también deberá pagarle $75,000.

El restante del dinero es para la madre de Cacho, Amneris Yvette González, y su padrastro Charles Elías.

 Específicamente, la abuela de Lorenzo recibirá de Rodríguez $200,000 y de la empresa de este $75,000. El padrastro, entretanto, recibirá $25,000 del exdetective.

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Además de toda esta suma de dinero, Rodríguez y su empresa deberán pagar $10,000 por concepto de honorarios de abogados.

La decisión la tomó la jueza superior Enid Martínez Moya en un extenso documento de 75 páginas. La misma ocurre a horas de que Cacho acudiera al tribunal a una vista judicial contra Luis “El Manco” Gustavo Rivera Seijo y reclamara que sigue en búsqueda de “justicia para mi hijo”.

Cacho ha dicho que el hombre, acusado por otros delitos, fue quien mató a su hijo.

Según la sentencia del Tribunal, la demanda contra Rodríguez y RT Security Corporation fue incoada el 20 de diciembre de 2010 por incumplimiento de contrato y daños y perjuicios.

 En la demanda se le imputó a Rodríguez, que “en abierta y clara violación al contrato suscrito, divulgó, compartió y publicó información protegida por la cláusula de confidencialidad y obtenida durante la investigación objeto del contrato entre éste y las demandantes, a través de un libro titulado 'Caso Lorenzo: Desde mi Punto de Vista'”.

 La juez determinó que en el proceso judicial se demostró que “Rodríguez se aprovechó de la oportunidad que el contrato le brindó de tener acceso a las intimidades de una familia y trató de sacar ventaja económica de su condición de detective privado que hacía la investigación en uno de los casos más comentados del país”.

 Dijo que en el proceso judicial se demostró que Cacho y su familia “quedaron afectadas emocionalmente” por el proceder del exdetective, quien perdió su licencia en medio de la misma controversia.

“Para una madre y una abuela no puede haber peor daño que ver cómo a su niña de 13 años se le atribuye haber participado en el asesinato de su hermanito”, afirmó Martínez Moya en la sentencia.

Asimismo, comentó que el padrastro de Cacho sufrió daños “al ver a su esposa y su hijastra sumidas en una profunda tristeza y preocupación”.

 Cabe destacar que en su determinación, la jueza también desestimó con prejuicio la contrademanda radicada por Rodríguez. Esto quiere decir que el autor del libro no podrá recurrir al Tribunal con los mismos argumentos que esbozó en su demanda inicial.