El cadáver baleado de un hombre fue localizado esta mañana por un grupo que niños de una iglesia dirigidos por un empleado de la agencia de Manejo de Emergencias municipal quienes llevaban a cabo una caminata por un monte de un apartado sector del barrio Cubuy, en Canóvanas. 

Las autoridades fueron alertadas a las 8:15 a.m. de hoy, sábado, tras el hallazgo del cuerpo que estaba amordazado, tenía las manos y pies atados y una bolsa plástica cubriendo su cabeza. Inicialmente, la Policía informó inicialmente que el cadáver estaba amortajado, pero luego de la inspección de la escena se descartó.

El occiso, de unos 20 a 25 años, era de tez blanca, medía unos 5’9” de estatura y pesaba 180 libras, agrega el informe de novedades.  Presentaba dos impactos de bala en la espalda.

La víctima, que no fue identificada, vestía camiseta negra, pantalón corto y tenis azules. En el brazo derecho tiene varios tatuajes con letras orientales.

El director interino del Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) del área de Carolina, capitán Ricardo Haddock, explicó que el cadáver fue lanzado en el lugar ya que los investigadores no encontraron evidencia de una escena en el lugar. Además, dijo que llevaba poco tiempo en el pastizal.

En el lugar se recuperaron dos casquillos de calibre .40

El agente Andrés García, adscrito a la División de Homicidios del área de Carolina junto al fiscal Juan Robles investigó el caso.

De otro lado, el capitán informó que un hombre sin hogar que había sido herido con un machete el pasado 2 de noviembre a las 10:00 p.m., en un callejón aledaño a la carretera PR-190 del barrio Sabana Abajo, en Carolina, fue declarado muerto esta mañana en el Centro Médico de Puerto Rico donde estaba recluido.

Según datos preliminares ofrecidos por la misma víctima al inicio de la pesquisa el hombre fue agredido con un machete por otro individuo sin un alegado motivo.

“Alegó que un individuo lo agredió con un machete pero dijo que no sabía por qué, no cooperó con la investigación”, señaló Haddock.

El indigente, que dijo llamarse Alberto Verdejo Marín, de entre 35 a 40 años, presentaba heridas en el cuello y los brazos. 

Con estas dos muertes violentas, en lo que va de año han ocurrido 506 asesinatos, 82 menos que los reportados a esta fecha durante el año pasado.