Fajardo - La jueza Ada López Santiago, del Tribunal de Fajardo, determinó no causa para juicio contra Rafael Silverio Alvarado, por el delito de agresión mutilante, por la supuesta agresión contra el abogado Roberto Guzmán Jiménez en la parte posterior del restaurante de la Marina Puerto Del Rey, en Fajardo. 

En el caso del segundo imputado, Jose I. Juelle Feo, la jueza si encontró causa para juicio, pero reclasificó el delito de agresión mutilante a su modalidad menos grave. 

Tras fundamentar su determinación, López Santiago expresó en sala que la prueba presentada no demostró que Guzmán Jiménez hubiese sufrido una lesión mutilante que le requiriera algún tratamiento prolongado. 

Durante sus argumentos finales el fiscal Omar Barroso habló sobre la manera en que eventos violentos pueden afectar la capacidad de percepción de unos hechos en diferentes testigos y aceptó que surgieron “ciertas inconsistencias entre los testigos”. 

Sin embargo, planteó que todos los testigos señalaron a los imputados como los agresores y a Guzmán Jiménez reclamando respeto para su esposa. Los fiscales solicitaron ir en alzada. 

“Esa paliza le ha afectado su vida y todavía está sufriendo daños”, manifestó Barroso. 

Los hechos que se les imputan a Juelle Feo y Silverio Alvarado ocurrieron el 9 de agosto pasado en horas de la madrugada, tras un alegado intercambio de palabras por la compra de una botella de agua al culminar una fiesta del cierre de verano en la terraza de un restaurante, de acuerdo a los testimonios de las pasadas vistas. 

Sobre la alegada paliza, la jueza puntualizó que no pensaba que todos los testimonios fueron contradictorios, pero insistió en que de la prueba presentada no se desprende que hubo mutilación grave. 

La vista preliminar en alzada para ambos delitos y el inicio del juicio contra Juelle Feo fue señalado para el 31 de mayo a las 9:00 a.m. 

Por su parte, el licenciado José Andreu Fuentes, presentó los argumentos finales a nombre del licenciado Joaquín Monserrate, junto a quien representa a Juelle Feo, y del licenciado Ricardo Prieto García, abogado de Silverio Alvarado. 

Resumió la prueba desfilada e indicó que los testigos del Ministerio Público, representado también por las fiscales Leilani Vargas y Phoebe Isales, se presentaron cinco versiones de un mismo hecho. 

También hizo referencia al testimonio que ofreció la única testigo que presentaron que fue la doctora Michelle M. Ramírez Ruiz, perito de ocurrencia, que fue la doctora que atendió a la víctima en la sala de emergencias del hospital Caribbean Medical Center de Fajardo, al indicar que el paciente llegó bajo la influencia del alcohol. 

“El testigo declaró que no había bebido esa noche, que se dio solo tres tragos y cuando se paró de frente alguien se les apagaron las luces”, comentó Andreu Fuentes. 

“Estamos muy satisfecho con los resultados como parte de la vista preliminar, ahora vamos a juicio y hay que probar más allá de duda razonable el delito. Ha sido tan evidente y tan tajante el testimonio de la doctora que todos estos daños son simulados, las mentiras chocan unas con otras, es asombroso”, expresó por su parte, Monserrate Matienzo. 

Durante su interrogatorio la doctora indicó que el paciente no podía responder sus preguntas básicas y que su esposa fue la que le informó que había estado todo el día de playa supuestamente ingiriendo bebidas embriagantes. 

Específicamente dijo que su esposa le explicó que se cayó de frente, que en una pelea lo empujaron. 

A su vez, detalló que presentaba sangrado nasal, laceración en la barbilla, trauma facial y una laceración leve en la lengua. Luego le diagnosticaron una laceración en el tímpano del oído izquierdo. 

La fiscal Vargas, por su parte, le cuestionó si decidió declarar a favor de la defensa porque la esposa del perjudicado había radicado una querella en su contra y respondió que no. 

También cuestionó por qué en varias partes de su expediente médico hizo anotaciones sobre el estado de alegada embriaguez del paciente y de sus acompañantes. 

El cuarto día de la vista preliminar comenzó este viernes, con el interrogatorio a un sargento de la compañía St. James, René Rosario Cruz, de 53 años, quien detalló que fue el primero en llegar al lugar donde se llevaba a cabo la supuesta pelea, que vio un tumulto y observó supuestamente a los dos imputados golpeando al querellante mientras estaba de pie. Cuando logró alejar al que describe como el más grande, dijo que el de estatura más baja lo golpeó cayendo al sueldo y que en ese momento supuestamente el otro joven le pasó por detrás y lo pateó. 

Al inicio del proceso contra otro de los implicados, Oscar Juelle Feo, no se encontró causa para arresto tras no ser vinculado con la agresión.