El empresario español Miguel Blasco Carabia salió aliviado del Tribunal de San Juan hoy, lunes, luego de que la jueza Laura López Roche lo encontró no culpable de amenazar a su exesposa, la cantautora Yaire.

La jueza tomó la determinación después de que la artista de 38 años informó que no deseaba continuar con el proceso judicial tras haber alcanzado un acuerdo con su excompañero en el caso de custodia del hijo de siete años, fruto de su relación con Blasco Carabia.

Sentada en el banco de los testigos, Yaidelice Monrouzeau Marrero, nombre de pila la artista, explicó que no quería continuar con el caso por el costo emocional que la situación le provocaba a ella, "una figura pública", y a su familia.

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"Esto es muy drenante y doloso. Es un proceso donde se han dicho muchos cosas falsas", afirmó.

"Me han hecho ver como la mala de la película cuando soy la víctima", agregó la cantante.

Aunque ya había declarado en la vista preliminar, hoy, lunes, apuntó que no quería declarar en el juicio para evitar que asuntos privados se ventilarán públicamente y porque Blasco Carabia había renunciado a la patria potestad de su hijo en el proceso de custodia que se sigue en el Tribunal de Familia en Bayamón.

"Él renunció a la patria potestad libre y voluntariamente. No como se dice que yo lo coaccioné", señaló sobre la acción de Blasco Carabia el pasado 27 de enero.

Aunque mencionó que alcanzaron "esos acuerdos" de forma consensuada, no detalló el alcance de los mismos.

La cantante mantuvo la compostura mientras respondía las preguntas de la fiscal Deborah Benzaquen Parks, de la Unidad Especializada de Violencia Doméstica, Delitos Sexuales y Maltrato a Menores, pero lloró al terminar de hablar.

Ese gesto de la mujer provocó la movilización breve de la enfermera del centro judicial y de la técnico del Programa de Ayuda a Víctimas.

Acompañado de su abogada, María Soledad Miranda López, de la Sociedad para la Asistencia Legal, Blasco Carabia se mantuvo atento al proceso sin realizar gestos.

Ante la determinación de la togada, Miranda López solicitó la remoción del grillete electrónico que Blasco Carabia usaba desde que una jueza modificó las condiciones de su fianza, el pasado 31 de agosto. 

La fiscal Benzaquen Parks también informó que había alcanzado un acuerdo con Blasco Carabia, quien accedió a que se extendiera por seis meses la orden de protección que le impide acercarse a su exesposa.

Previamente, en la Sala 1101, que preside la jueza Gisela Alfonso Fernández, la fiscal Benzaquen Parks desistió de la vista preliminar en alzada que había solicitado por el cargo de maltrato psicológico que no prosperó en vista preliminar.

"Sí, estoy satisfecho porque por fin terminó una pesadilla terrible", afirmó Blasco Carabia a su salida de la Sala 1108.

La fiscal Benzaquen Parks, por su parte, indicó que se llegó a una solución por "el mejor beneficio de la víctima".

Reconoció que en el caso de custodia se habían alcanzado unas estipulaciones, pero señaló que desconocía su contenido.

Yaire, luciendo gafas oscuras y escoltada por sus padres, apuntó que "no era agradable" que su exesposo renunciara a la patria potestad de su hijo y afirmó que la separación la había dejado sin dinero.

"Yo tengo el apoyo de mi familia. Yo también aprendí una lección que mi papá y yo peleamos mucho, pero lo que la gente no sabe es que Miguel nos dejó en la calle, a mi hijo y a mí, y mi papá, con el que yo peleo mucho, nos recogió y nos dio techo", apuntó antes de abordar el ascensor para salir del centro judicial.

Las alegaciones de violencia doméstica contra Blasco Carabia surgieron en medio de un divorcio contencioso entre la pareja, que contrajo matrimonio en 2013, después de sostener una relación de 10 años.

Blasco Carabia estuvo detenido en prisión preventiva del 5 al 31 de agosto de 2015 porque no tenía los recursos para pagar la fianza de $25,000 por los cargos de violencia doméstica que enfrentaba inicialmente. 

El hombre fue arrestado el 5 de agosto, luego de que ese día su esposa presentó una querella por violencia doméstica en la que expuso que el empresario la había amenazado de muerte la noche del 24 de julio.