El informe de la autopsia de José Enrique Gómez Saladín, publicista asesinado en noviembre pasado, está listo desde el 19 de diciembre de 2012, pero contrario a lo que trascendió la semana pasada en una vista en el Tribunal federal, nunca ha sido solicitado al Instituto de Ciencias Forenses (ICF) por la fiscalía Federal.

Así lo reveló la directora ejecutiva del ICF, Edda L. Rodríguez Morales, quien negó informaciones que alegaban que el informe de autopsia no estaba listo y que por eso Fiscalía Federal no lo había provisto a la defensa de los acusados Rubén Delgado Ortiz, Edwin "Bebo" Torres Osorio, Alejandra "Pochi" Berríos Cotto y Lenisse "Prieta" Aponte Aponte, como parte del descubrimiento de prueba.

"Toda la evidencia recuperada en la escena fue analizada conforme a la solicitud del Ministerio Público y del patólogo forense que hizo el casos", señaló Rodríguez Morales en declaraciones escritas.

 "Los informes correspondientes ya fueron completados y publicados según nuestros procedimientos. La autopsia fue realizada el 4 de diciembre de 2012 y ha estado disponible para el fiscal desde el 19 de diciembre de 2012. La única solicitud que tenemos, la cual se recibió en el día de hoy viernes, de parte de la fiscalía Federal ha sido el reporte de la escena del crimen y ya les fue entregado", leen el resto de las declaraciones de la directora ejecutiva del ICF.

El portavoz del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), Moisés Quiñones, se limitó a decir que el caso está bajo investigación, por lo que no pueden hacer comentarios al respecto.

El 13 de agosto pasado, se celebró una vista de status ante el juez federal Daniel R. Domínguez, en la cual el fiscal federal Vernon Benet Miles indicó que no habían completado la entrega de piezas de evidencia a la defensa porque supuestamente habían solicitado la prueba, pero no se la habían entregado.

Los abogados de los acusados señalaron que fiscalía Federal no les había entregado el informe de autopsia ni los informes de los agentes de la Policía estatal que investigaron el caso del asesinato de Gómez Saladín.

Se citó otra vista de estatus para el 22 de octubre. Este caso podría ser evaluado para certificarlo para la pena de muerte, excepto para Torres Osorio, quien se indicó está cooperando con las autoridades.

Los hechos de este caso ocurrieron en la madrugada del 30 de noviembre de 2012, poco después que Gómez Saladín llamara a su esposa para decirle que estaba saliendo de una actividad en un hotel en el Condado, en San Juan, pero nunca llegó a su hogar.

Según la declaración de agentes federales, entrevistaron a los coacusados y estos revelaron que habían planificado cometer un robo y desarrollaron un esquema en el cual Aponte y Berríos se meterían en el carro de la víctima y después Torres y Delgado se unirían a ellas para discutirles por una supuesta deuda y harían que la víctima la pagara.

Supuestamente, Gómez recogió a las dos féminas en su carro en la calle Padial, en Caguas. Alegadamente, las féminas le dijeron a Gómez Saladín que le debían dinero a los sujetos, que también se montaron en el auto, y el publicista pasó por una máquina ATH del Banco Popular y retiró $400, y se los dio a Delgado. Acto seguido, le pegaron en la cabeza y lo montaron en el asiento de atrás y fueron a comprar gasolina, según el pliego acusatorio.

Los acusados lo llevaron a un lugar solitario en Cayey, donde le ordenaron ponerse de rodillas, mientras le agredían con objetos que encontraron en el lugar. Luego lo impregnaron de gasolina y lo prendieron en fuego, pero Gómez Saladín se quitó la ropa y comenzó a rodar por el suelo. Al apagar el fuego, siguieron golpeándolo hasta causarle la muerte.

Los acusados dejaron el cuerpo en el lugar y fueron en su vehículo hasta otra ATH y retiraron $100 más de la cuenta de la víctima. Después quemaron el carro y continuaron tratando de sacar dinero en al menos cinco otras ocasiones.

Los implicados fueron identificados por las cámaras de vigilancia de las máquinas de retiro de dinero.</byline>