El operativo simultáneo que realizó la Policía de Puerto Rico anoche en los residenciales Monte Hatillo, Berwind y Monte Park, de Río Piedras, dejó un saldo de seis carros ocupados, 148 bolsas de marihuana halladas cerca de un vehículo y 392 balas distintos calibres.

Asimismo, unos 15 automóviles fueron marcados por perros de la Unidad K9, informó la Oficina de Prensa del Cuartel General.

La información en torno a esta maniobra trascendió ayer en la noche a través de la cuenta de la Policía en Twitter (@PRPDNoticias). Posteriormente, fue confirmada por el superintendente de la Policía, José Luis Caldero López, quien expuso que esta intervención es parte del trabajo que se realiza en esos complejos de vivienda como parte del plan que se desarrolló luego de la intensa balacera que se registró a principios de este mes en esa área.

“Este operativo es parte del plan estratégico de vigilancia que se desarrolló después del incidente de los tiros a principios de este mes en los tres residenciales y las áreas aledañas. Hoy (anoche) estamos verificando los autos que están estacionados. Al momento, hemos ocupado cinco carros”, expuso Caldero López anoche en entrevista telefónica con este medio mientras hacía un recorrido por Berwind.

El jefe policíaco explicó que en cada uno de los tres residenciales se designó un grupo de trabajo comandado por altos oficiales de la Uniformada. En Berwind, estuvo a cargo el coronel Leovigildo Vázquez, jefe del área policiaca de San Juan. Mientras, en Monte Hatillo, el director del operativo fue el coronel Antonio López, jefe de la Superintendencia Auxiliar de Investigaciones Criminales (SAIC), y en Monte Park fue el superintendente auxiliar en Operaciones de Campo, el coronel Orlando Meléndez.

Caldero López añadió que contaron con los servicios de 25 canes antidrogas y dos helicópteros de las Fuerzas Unidas de Rápida Acción (FURA). De hecho, en el operativo participaron agentes del Negociado de Vehículos Hurtados, las FURA y de la División Canina. También dieron apoyo el S.W.A.T. y el Negociado de Drogas y Armas.

El 2 de septiembre, en horas de la noche, se reportó un intenso tiroteo que provocó que por espacio de tres horas se cerrara el tránsito en la avenida 65 de Infantería, en los tramos próximos a los ya citados complejos de vivienda pública. La situación también generó la movilización de agentes de la Policía y la activación del helicóptero de la Policía.

En medio de la refriega, dos agentes del Precinto de Monte Hatillo quedaron atrapados en el fuego cruzado cuando intentaron repeler una agresión de la que fueron objeto.

Esta escaramuza también provocó -al día siguiente- el desalojo de la escuela elemental Gerardo Sellés Solá, luego que el director recibió una llamada anónima en la que se le recomendaba desalojar el plantel. En otras escuelas del área, los progenitores decidieron llevarse a sus hijos e hijas por motivos de seguridad.

A raíz de esta situación, Caldero López incrementó la presencia policíaca en el cuadrante donde ubica el residencial Monte Hatillo, en Río Piedras, para tratar de atenuar la violencia surgida en los pasados meses como secuela de la guerra por el control de los puntos de drogas en ese sector.

La presencia policíaca fue reforzada con personal de la Policía Municipal de San Juan y de las divisiones de Operaciones Tácticas, Patrullas de Carreteras, S.W.A.T. y de las FURA, que fue asignado a la zona donde ubican los residenciales Monte Hatillo, Monte Park y Berwind. El área fue “sectorizada” o estratégicamente segmentada en sectores para facilitar la ejecución del plan especial, dijo Caldero López en ese entonces.