La vista de hoy en el juicio por el asesinato de Adam Anhang culminó por otra controversia relacionada a un testigo de la defensa.

El juez Daniel Domínguez suspendió los trabajos hasta mañana después de que en la tarde de hoy los abogados y la fiscalía discutieran sobre el testigo que llamó la defensa de José Ferrer Sosa, quien es uno de los tres acusados por la conspiración para asesinar al empresario canadiense.

El licenciado Ovidio Zayas, abogado de Ferrer Sosa, llamó como testigo al padre de su cliente, Rafael Ferrer Colón.

De inmediato, el fiscal federal José Ruiz objetó debido a que Ferrer Colón ha estado presente en la sala durante el juicio, pues es empleado de una agencia federal.

Según Ruiz, justo en ese momento - después del receso del almuerzo de hoy - fue que se enteraron de quién era el testigo que llamaría la defensa.

Las partes discutieron ante el juez, en privado, durante varios minutos. Luego, el jurado fue sacado de la sala para hacerle varias preguntas a Ferrer Colón.

“La corte quiere saber cuántas veces estuvo sentado en el público…?” le preguntó Domínguez.

“Como 13 días más o menos”, contestó Ferrer Colón.

“Llevamos 14 días de juicio y él lleva 13… ¿Cómo puedo autorizar eso?”, cuestionó el juez a Zayas. “¿Le gustaría que le hicieran eso para su caso?”

Destacó que Ferrer Colón ha estado en la sala durante el tiempo en que la fiscalía desfiló toda su prueba, escuchando la versión de los testigos más importantes del Ministerio Público, incluyendo al asesino confeso, Alex Pabón Colón, cuando dio su versión de cómo él alega que fue contratado por la esposa de Anhang, Áurea Vázquez Rijos, junto con Marcia Vázquez Rijos y Ferrer Sosa.

“Ha puesto la corte en una posición bien difícil…”, expresó el juez Domínguez.

Por su parte, Zayas defendió que se autorice al testigo debido a que sus declaraciones no guardarán ninguna relación con toda esa prueba.

Zayas señaló que Ferrer Colón solamente hablará de cómo su padre, Rafael Ferrer García, le dejó en herencia $20,000 a Ferrer Sosa.

Según Zayas, la necesidad de ese testimonio surgió a finales de la semana pasada, cuando la fiscalía culminó su presentación de la prueba de cargo con unos correos electrónicos que sugerían la teoría de que Áurea y Marcia estaban tratando de conseguir dinero para mantener callado a Ferrer Sosa y evitar que las delatara.

Zayas llamó ayer como testigo a su propio representado para plantear que el dinero al que se referían los correos electrónicos era el repago de un préstamo de $15,000 que supuestamente le había hecho Ferrer Sosa a Carmen Rijos, madre de Áurea, y que lo sacó de la herencia recibida de su abuelo Rafael Ferrer García.

Ferrer Sosa declaró que los pagos mencionados en los e-mails se refieren a las mensualidades de $500 que habían acordado para devolverle el préstamo en plazos. Añadió que, del total, solamente le pagaron $500.

Durante el contrainterrotagorio de hoy, Ferrer Sosa entró en contradicciones y aceptó que ayer se había equivocado en el nombre completo de su abuelo, así como en la fecha de su defunción, y que había recordado mal la fecha de cuándo le hizo el préstamo a Carmen Rijos.

Sobre la razón de por qué en los mensajes le pedía el pago a Áurea y a Marcia, en vez de a Carmen Rijos, Ferrer Sosa dijo que se debía a que el dinero del préstamo era para Áurea, aunque se lo diera a la madre de la acusada.

“Tiene que ver con ganancia personal y de eso se trata la teoría”, insistió el fiscal Ruiz.

“Nada de lo que diga cambia el hecho de que (Ferrer Colón) le dio dinero (de la herencia) a José”, contestó Zayas.

Al final, el juez excusó al jurado y estableció que las partes tienen hasta esta noche para presentar por escrito sus posiciones sobre la controversia y para entonces decidir antes de mañana.

El juicio continúa a las 9:00 a.m., de mañana, cuando se espera que la defensa de Áurea también presente otro testigo.

El primero, Brandon Manzo, no fue permitido por el juez para que declarara como perito en análisis forense de computadoras porque su testimonio se basaría en especulaciones de qué contenían unos documentos que dice fueron borrados de la computadora de Anhang después de su asesinato.