El exteniente Sergio Calderón Marrero pasará la despedida de año en prisión, después que la fianza de $100,000 que le impuso el magistrado federal Bruce McGiverin quedó en suspenso.

Aunque en horas de la mañana familiares de Calderón Marrero hicieron gestiones para prestar la citada suma, en la tarde el juez federal Francisco A. Besosa ordenó la paralización de la fianza.

La determinación del juez se produjo después que el fiscal del caso solicitó una vista de fianza en alzada.

El fiscal Luke Cass presentó una moción para solicitar que la orden de fianza se dejara sin efecto, en lo que se lleva a cabo la vista de revisión de fianza. Entonces, Besosa ordenó la paralización de la fianza y dio a las partes 10 días para radicar informes y presentar evidencia que no haya sido presentada durante la vista de fianza, que se llevó a cabo el 18 de diciembre.

Ese nuevo escenario procesal propició que se esfumara la expectativa de familiares que procuraron que Calderón Marrero pudiera salir de prisión mañana, miércoles, 31 de diciembre.

El exteniente está acusado por un esquema de fraude para la obtención de licencias de portación de armas en conjunto con los dueños de la armería The Lawman Gunshop y del abogado Antonio Peluzzo Perotín.

La fianza señalada, ahora en suspenso, tendría que ser asegurada en efectivo y/o en propiedades, con la condición de que el acusado permanecería bajo restricción domiciliaria y bajo supervisión electrónica, además se le prohíbe poseer armas y tener contacto con potenciales testigos del caso.

El exjefe de la División de Arrestos y Allanamientos de la Policía de Puerto Rico, región de Bayamón, está detenido en el Centro de Detención Metropolitano (MDC, por sus siglas en inglés), en Guaynabo, desde que fue arrestado el 15 de diciembre pasado por agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI).

En la vista de fianza, sus abogados Federico Ducoudray y Francisco Acevedo plantearon que su representado es un policía condecorado que se retiró luego de 34 años de servicio. Indicaron que tiene lazos con la comunidad y que conocía de la investigación, y aun así no escapó, y se mantuvo en comunicación con las autoridades.

El fiscal Cass planteó, por su parte, que el imputado viajaba frecuentemente a la República Dominicana y tiene un hijo en la Florida. McGiverin se reservó el fallo al finalizar la misma, pero este martes en la mañana fijó la fianza de $100,000.

La fecha de juicio en este caso está pautada para el 23 de febrero de 2015. De hacer alegación de culpabilidad, la fecha límite para hacerlo sería el 13 de febrero. El 16 de enero habrá una vista de estatus.

Un gran jurado emitió un pliego acusatorio en contra del teniente jubilado por 17 cargos por conspiración para cometer fraude de identidad, producción ilegal de documentos de identificación, robo de identidad agravado, tentativa de intervención con testigos y tentativa de obstrucción a la justicia.

Según la pesquisa, Calderón Marrero obtenía certificados falsificados de cursos de uso y manejo de armas de fuego, mediante firmas falsificadas de clientes y usaba el sello notarial de un abogado ya fallecido para obtener las licencias de portación de armas para sus clientes. Se alega que entre enero de 2012 hasta el 18 de febrero de 2014, Calderón Marrero conspiró con otros para obtener las licencias ilegalmente.

El expolicía supuestamente cobraba a los clientes por sus servicios y luego emitía documentos falsificados a las autoridades, usando identificaciones de otras personas, con la firma falsificada del superintendente de la Policía y el sello notarial del abogado fallecido, detalla el pliego acusatorio.

El propósito de la conspiración, se informó, era obtener licencias de portación de armas de fuego falsificadas para su ganancia personal.

Se estima que se apropió de aproximadamente $105,000.

De ser encontrado culpable, el expolicía enfrentaría hasta 15 años de cárcel por la producción ilegal de documentos, 15 años por conspiración para cometer fraude de identidad, y hasta 20 años por intentar intervenir con un testigo.

El 13 de noviembre pasado los agentes del FBI allanaron la residencia del policía retirado en la urbanización Versalles, en Bayamón.

El primer arresto relacionado a este caso fue el de Peluzzo Perotín, quien el 16 de septiembre pasado se declaró culpable por actuar en concierto y común acuerdo con otros para falsificar documentos y emitir permisos de portación de armas a través de la citada armería, propiedad de los esposos María del Carmen Rivera Negrón y Julio Colón Santiago, quienes también hicieron alegación de culpabilidad y están en espera de ser sentenciados en enero.

Peluzzo Perotín, de 43 años, llegó a un acuerdo con la Fiscalía federal para declararse culpable por uno de los 500 cargos que pesaban en su contra y una pena de prisión recomendada de 15 años. La lectura de sentencia ante el juez Besosa fue pautada para el 22 de enero de 2015.

El abogado notario era uno de los líderes del esquema y actuó con los dueños de la armería, usando computadoras, sellos y falsificando firmas de jueces estatales para vender certificados fraudulentos de permisos de armas sin pasar por el debido proceso de ley y quedándose con el dinero, según trascendió de la investigación federal.

Cuando el matrimonio fue detenido en marzo pasado, se informó que tenían contactos en la Comandancia de la Policía en Bayamón, donde supuestamente les llevaban café, donas y pitorro, a cambio de su ayuda.

Se alega que Peluzzo Perotín cobraba entre $1,000 y $1,500 para conseguir permisos de portación de armas, lo que hizo falsificando firmas de jueces y mandó a hacer un sello del tribunal en una tienda que vende artículos de oficina. De forma expedita y sin tener que ir a vistas con testigos de buena reputación, emitía las licencias de portación. Se estima que se apropió de $1.8 millones.

Por su parte, el matrimonio fue arrestado en marzo pasado por supuestamente llevar a cabo un esquema para gestionar licencias fraudulentas de portación de armas a por lo menos 1,300 personas, cobrando entre $1,000 y $1,500 por cada solicitud, con la asistencia de Peluzzo Perotín.