Caguas.- La patóloga Rosa Rodríguez declaró hoy que Ivonne Cintrón Negrón murió a consecuencia de múltiples heridas profundas de arma blanca, muchas de las cuales le perforaron sus órganos vitales.

El protocolo de autopsia de la occisa que la patóloga forense firmó el 10 de marzo de 2014 fue admitido como parte de la evidencia en el juicio que se sigue en el Tribunal de Primera Instancia de Caguas contra Juan Ramos Álamo, acusado de asesinar y desmembrar a Cintrón Negrón, en noviembre de 2013, en la barriada El Cerro, en Gurabo.

Rodríguez declaró que el 20 de noviembre de 2013 comenzó a realizar la autopsia y dos días después, ordenó que se hiciera una segunda búsqueda en la que aparecieron otros restos de la víctima. 

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A preguntas de la fiscal Maribel Mojica Franceschi, la patóloga enumeró que la occisa recibió al menos 26 heridas de arma blanca, la mayoría de ellas en la espalda, el tórax y el área abdominal.

Detalló que para la identificación de la víctima requirió de la asistencia de un odontólogo forense y de un antropólogo. “En este caso se hizo un pareo de placas dentales y del ADN y la correlación dio positiva a Ivonne Cintrón Negrón”, sostuvo la testigo, quien ha practicado unas 10 mil autopsias y ésta, dijo que era la primera a un cuerpo desmembrado.

Añadió la perito forense que la bóveda craniana de la víctima exhibía también dos heridas de arma blanca.

El juez superior, Roberto Angleró, quien preside el juicio por jurado, recesó los trabajos a las 5:00 de la tarde de hoy para reanudar mañana a las 2:00 de la tarde con el testimonio de la patóloga.

Los fiscales Mojica Franceschi y Francisco González Muñoz informaron al juez que la última testigo en el caso será la taquígrafa Jazmine de León, quien le tomó al acusado la supuesta confesión de los hechos. Esta no compareció hoy al tribunal porque se encuentra hospitalizada.

Contra Ramos Álamo, quien está confinado, pesan cargos de asesinato en primer grado, violación a la Ley de Armas y destrucción de evidencia.

El hombre es representado por el abogado Ángel Piñero Santini.

Antes del testimonio de la patólogo, la seróloga Mireya Hernández Arroyo declaró en el turno de la defensa que del total de 64 piezas de evidencia, 12 no fueron consideradas y en 29 de ellas, “no se encontró nada”.

No obstante, indicó a preguntas de uno de los fiscales, que cuatro aplicadores, tres con sangre humana, arrojaron positivo a material genético de la víctima.