Los ojos del país, al igual que los de muchos observadores de la aplicación de la pena capital a nivel mundial, se colocarán sobre el Tribunal Federal de Hato Rey con el inicio hoy, lunes, del último capítulo del caso de pena de muerte que se ventila contra Alexis Candelario Santana, el cerebro y gatillero de la Masacre de La Tómbola.

La atención se centra también en los argumentos finales del juicio de Lashaun Casey, otro sujeto que podría enfrentar el ajusticiamiento del Estado de ser encontrado culpable del asesinato de un agente encubierto.

El primero, a quien apodan “Congo”, ya fue encontrado culpable y, por lo tanto, se celebrará otro proceso, muy parecido a un juicio, en que se determinará su pena: cadena perpetua o muerte por inyección letal. Por otro lado, al segundo aún se le presume inocente y las partes presentarán los argumentos finales para que el jurado delibere en torno a su inocencia o culpabilidad.

Pero, de todos los casos de pena de muerte que han desfilado en la esfera federal en los últimos años, conocedores del tema en la Isla enmarcan el proceso judicial de Candelario Santana, tomando en consideración la alta tasa de asesinatos por narcotráfico y la incapacidad de las autoridades para contener la violencia callejera.

Algunos se atreverían a concluir que el caso de Candelario Santana ha resultado el mejor intento por parte de las autoridades para la aplicación de la pena en la Isla, aunque la misma solo se podría emitir en una decisión unánime, tal y como sucede para conseguir una convicción en dicho foro.

Cabe destacar que la Masacre de La Tómbola fue uno de los crímenes más sangrientos del país. Una banda de sicarios, encabeza por Candelario Santana, quien quería perpetrar el atentado para vengarse de un primo que había asumido el control de su empresa de narcotráfico, ultimó a ocho personas, mató a una criatura de ocho meses de gestación –aunque su madre sobrevivió– y dejó un balance de 20 heridos.

No obstante, para muchos detractores de la pena, ningún crimen justifica la pena de muerte.

“Nuestra respuesta es que no hay ningún caso adecuado. Nos oponemos a la pena de muerte en cualquier caso, en cualquier circunstancia y en cualquier parte del mundo. Esto no quiere decir que las personas no están sujetas a responder (por sus delitos)”, indicó Mariana Nogales, portavoz de la Coalición Puertorriqueña contra la Pena de Muerte, entidad compuesta por organizaciones que, a partir de hoy, celebrarán diariamente una vigilia frente a la Cárcel Federal, a partir de las 4:30 p.m., hasta que se emita el veredicto en el caso de Alexis Candelario.

Entretanto, las autoridades alegan que Casey asesinó a sangre fría al agente encubierto Jesús Lizardi Espada, quien lo investigaba por sus vínculos con una ganga de la zona este.