Como “nefasta y anticonstitucional” catalogó hoy, miércoles, el activista gay, Pedro Julio Serrano, la determinación que tomaron la mayoría de los jueces del Tribunal Supremo de negarle a una lesbiana adoptar a la hija biológica de su pareja y que fue procreada mediante inseminación artificial.

En declaraciones escritas, el líder de la comunidad homosexual dijo que “con esta nefasta decisión, el Tribunal Supremo de Puerto Rico vuelve a incumplir con su obligación constitucional de otorgar justicia a quienes recurren a los tribunales como último recurso en su búsqueda de la igualdad. Esta decisión es anticonstitucional. La Constitución es clara: hay que proteger de manera igual a todos los ciudadanos y no se les puede violar su inviolable dignidad. Esta decisión viola, atenta y desafía estas dos máximas de nuestra Carta Magna. Una vez más el Tribunal Supremo le falla al pueblo de Puerto Rico”.

Serrano, quien ha abogado en los pasados días por el respeto hacia los homosexuales, indicó que los jueces del Supremo cometieron una injusticia contra una pareja de mujeres que buscaban proteger a la niña en controversia.

“El Supremo tenía la oportunidad histórica de no tan sólo honrar la dedicación, el amor y el compromiso que esta pareja de mujeres lesbianas habían demostrado durante el tiempo que criaron a esa niña, sino que era lo justo y lo que la Constitución obligaba. El amor es lo que hace a una familia y el hecho de que esta pareja de lesbianas buscara los derechos y protecciones para esa niña, demuestra ese amor, ese compromiso de vida, esa lucha porque todos seamos protegidos y tratados iguales ante la ley”, sentenció.

La determinación del Supremo, que todavía no se ha informado oficialmente, fue cinco jueces a favor y cuatro en contra. La misma priva a una mujer de adoptar a la hija biológica de su pareja, también mujer, sin que esta última pierda su vínculo jurídico con la menor.

La opinión, que crea un precedente legal, se refiere a los hechos del caso A.A.R., ex parte, sobre una niña que nació luego de que la pareja se sometiera a un proceso de inseminación artificial.

“Esta decisión - basada en citas bíblicas y no las leyes - no atiende la inconstitucionalidad del Artículo 138 del Código Civil que prohíbe que dos personas del mismo sexo adopten. Si la Asamblea Legislativa no corrige esta terrible decisión con legislación que permita a todas las personas adoptar, irrespectivamente de su orientación sexual o identidad de género, lo más terrible es que tendrá que ser el Tribunal Supremo estadounidense quien finalmente reconozca ese derecho en nuestra jurisdicción, tal como sucedió con el Artículo 103 de sodomía. Lo esperanzador es que la igualdad es un hecho inevitable, aún cuando las instituciones del pueblo le fallen momentáneamente a su gente”, concluyó Serrano.