Orlando Rivas Bruno, de 39 años, se declaró culpable hoy, viernes, de agredir sexualmente a una menor de 14 años.

El hombre se exponía a más de 50 años de cárcel por la comisión de delitos graves, pero mediante un acuerdo para declararse culpable, recibirá una pena de reclusión de solo 15 años.

“El preacuerdo consiste en reclasificar los dos cargos por el Artículo 130a (agresión sexual) al Artículo 133a, para una pena de cárcel de 15 años, concurrentes entre sí”, dijo el abogado de la Sociedad para la Asistencia Legal (SAL) Lester Arroyo al dirigirse al juez Alberto Pérez Ocasio, del Centro Judicial de Bayamón.

Según la investigación del caso, Rivas Bruno agredió sexualmente a la niña que conoció mediante la aplicación móvil Meet24. Trascendió que el individuo publicó una fotografía de su hijo adolescente para captar la atención de la menor de edad.

La fiscal Ginny Andreu Rosario, de la Unidad Especializada de Violencia Doméstica, Delitos Sexuales y Maltrato a Menores, confirmó en sala que el pliego acusatorio contra Rivas Bruno se enmendaría para que reflejara dos cargos de actos lascivos contra una víctima menor de edad.

Luego de que el togado le formulara todas las advertencias e implicaciones atadas a su decisión de declararse culpable, Rivas Bruno reiteró su renuncia al juicio por jurado y rechazó expresarse antes de que se le dictara la sentencia.

Al oír al juez pronunciar el castigo de 15 años de cárcel por agredir sexualmente a la niña, parientes de Rivas Bruno estallaron en llanto y fueron escoltados fuera del juzgado por la alguacil a cargo de la Sala 606.

“En este tipo de caso delicado, cuando hay un acuerdo siempre interviene el fiscal de distrito, porque él tiene que tener conocimiento y dar su anuencia”, explicó el juez tras reconocer la presencia en sala del jefe del Ministerio Público en el área de Bayamón, José Virella.

La alegación pre acordada evitó que en la fase de juicio la niña tuviera que testificar de nuevo de frente a quien la agredió sexualmente en dos ocasiones separadas, entre junio y julio de 2014.

La jovencita, quien estuvo acompañada este viernes por su madre, fue el único testigo que Fiscalía presentó en la vista preliminar.

En esa ocasión, la víctima detalló cómo desde abril pasado el ahora convicto, quien se desempeñaba como obrero de ornato, sostuvo comunicación insistente con ella, mediante llamadas, mensajes de texto y por la aplicación móvil Meet24.

También declaró que, para conseguir llamar su atención en la red, que se mercadea como una vía para conocer personas que vivan cerca del usuario, el hombre publicó en su perfil una foto de su hijo adolescente.

Entonces, en junio pasado, Rivas Bruno llegó hasta la casa de la menor y, aunque ella se percató de que la fotografía y la persona que la buscó no eran la misma, consiguió persuadirla para que se montara en la camioneta de carga tipo van que manejaba.

“Él me dijo que no era nada malo que no fuera el mismo de la foto, que para el amor no hay edad”, testificó en la vista del 24 de octubre.

En su testimonio puntualizó que accedió al encuentro porque Rivas Bruno le había indicado que “si yo iba a dejar de hablar con él, quería que yo misma se lo dijera, que tenía que ser de frente”.

También declaró que, tras llevarla a un predio solitario, a unos minutos de su casa, ubicada en un barrio rural de Bayamón, Rivas Bruno abusó sexualmente de ella en el área de carga de la van.

“No quería que mami supiera lo que me había ocurrido”, expresó entonces la menor.

Debido a su edad, la víctima no tiene facultad para consentir un acto sexual, al amparo de las leyes de Puerto Rico.