El sacerdote suspendido acusado por abusar sexualmente de un menor, Israel Berríos Berríos, continuará detenido en el Centro de Detención Metropolitano (MDC, por sus siglas en inglés), en Guaynabo, luego de que se le negara libertad bajo fianza.

En una orden de 15 páginas emitida este viernes en el expediente del caso, el magistrado federal Marcos E. López determinó que no hay condiciones de libertad que puedan garantizar la seguridad a la comunidad, luego de evaluar la posición de las partes presentadas en una vista de fianza llevada a cabo el 22 de mayo pasado.

"Si estamos ante un lobo vestido de oveja -como señaló la fiscalía- no es decisión ahora mismo de esta corte, ya que la conducta humana trasciende de negro y blanco, y el acusado goza de la presunción de inocencia. Sin embargo, tomando en consideración todos los factores, determinó que no hay condiciones de libertad que se puedan imponer para poder asegurar la seguridad de la comunidad. Por lo tanto, el acusado permanecerá detenido sin fianza pendiente a juicio", lee la orden de López.

El magistrado recordó que la defensa, representada por Héctor Guzmán Silva, jefe de la Oficina del Defensor Público federal, presentó la probabilidad de que permaneciera bajo supervisión electrónica bajo la supervisión de alguno de sus cinco hermanos, entre otras personas disponibles para ser sus custodios.

"Encarcelamiento en el hogar con supervisión electrónica definitivamente reduciría los riesgos relacionados a las condiciones de libertad, y una seguridad de la comunidad razonable. Pero Berríos, aún cuando no se le permite llevar a cabo funciones ministeriales, continúa aún en este día siendo sacerdote que ha tenido una influencia enorme sobre adultos y menores que lo aprecian y respetan. Esperar que un tercer custodio -aún con las mejores intenciones- tenga la estámina para aguantar las presiones para prohibirle tener contacto con menores o jóvenes a alguien a quien muchos ven como un líder de confianza y guía espiritual sería ponerle mucha carga en sus hombros", agregó López.

En la vista de fianza, el fiscal federal Marshal D. Morgan presentó como parte de la evidencia en contra del acusado las admisiones que hizo sobre los actos de índole sexual que sostuvo con el menor, que comenzaron cuando tenía 14 años y ocurrieron entre 2007 y 2008. La presunta víctima tiene 21 años al presente. Ambos se conocieron cuando el joven tenía siete años y el padre Israel, como le dicen sus feligreses, se convirtió en su guía espiritual, su padrino y una figura paterna para él.

Por su parte, el abogado de Berríos Berríos presentó un listado de 13 personas dispuestas a testificar a favor del acusado, entre ellos el alcalde de Aibonito, William Alicea Pérez, quien luego aclaró que habló con el abogado, pero nunca le dijo que estaría dispuesto a declarar a favor del sacerdote de 58 años.

Morgan planteó que Berríos Berríos es un peligro a la comunidad y un riesgo de fuga por la naturaleza de los cargos que enfrenta de tráfico sexual de menores y transportar a un menor con fines de sostener actos sexuales ilícitos, dado a que se enfrenta a una pena que podría ir desde un mínimo de 10 años hasta cárcel de por vida.

Morgan relató que Berríos Berríos sometió al joven a un proceso de preparación y que el hoy acusado llevó al joven, entonces de 14 años, a su casa en Naranjito y le pidió que se desnudara y le pusiera una crema en la espalda

 "El menor se quedó en 'shock'", detalló Morgan.

El 21 de julio de 2008 fue cuando el acusado llevó al entonces joven de 15 años a Miami para ir en el crucero Majesty of the Seas por las Bahamas por cuatro días, y presentó el pasaje de ambos, que se quedaron en la misma cabina.

El fiscal presentó además las admisiones que hizo en 2013 el propio acusado ante las autoridades eclesiásticas sobre lo ocurrido.