Ponce. Los padres de Juan Carlos Ruiz Vega, asesinado el viernes tras pasar por equivocación en un punto de drogas en la Ciudad Señorial, aceptaron que su hogar no volverá a ser el mismo porque ya no tendrán la alegría del querendón de la casa.

El hijo menor de Julia Vega y Juan Ruiz murió tras recibir varios disparos con un rifle mientras transitaba por la calle Méndez Vigo, intentando encontrar la vía que lo llevaría hasta la Cruceta del Vigía.

Este viajaba con su amigo Elmer Santos Figueroa, de 16 años, quien sobrevivió a las heridas de bala, hechas por desconocidos, y que le alcanzaron en los brazos y piernas mientras huía de los sicarios.

Don Juan mencionó que la noche del crimen compartió con su hijo, familia y amigos en el Club Náutico y que luego este les dijo que iba a buscar un amigo para dar una vuelta. Dijo que horas más tarde se enteraron del terrible suceso, el que aún intentan asimilar.

Mientras, la madre del joven dijo que a este le gustaba escuchar música, ir al gimnasio, estar perfumado e inventar en la cocina. Añadió que Juan Carlos llevaba un mes estudiando artes culinarias en la Academia Serrant y que trabajaba en el Ponce Hilton. Destacó que disfrutaba estar junto a su familia y salir con sus amigos y sus dos hermanas mayores.

“Desde lo sucedido, el pueblo se ha desbordado en muestras de apoyo y cariño”, comentó el progenitor del jovencito.

Recordó que su hijo decía que estaba disgustado por la ola criminal y por la forma en que las autoridades atienden los casos violentos en la Isla, esto sin imaginar que él también sería parte de las consecuencias de una sociedad en deterioro.

Al preguntársele qué les diría a los responsables de arrebatarle la vida a su hijo, este dijo que “no quiero decirles nada”. Comentó que siente mucha rabia y que solo pide justicia.

“Allí no mataron un criminal y su muerte ha dejado a muchas personas sufriendo”, insistió Ruiz.

Por su parte, la madre señaló que hasta el momento las autoridades no les han comunicado cómo va el curso de la investigación.

“Dicen que hay una patrulla asignada a ese lugar y dónde estaba, por qué no les hacen frente a los delincuentes”, manifestó Vega.

Indicó que ya en Puerto Rico la gente no va a querer salir a la calle, que vive con temor. “Esto es un desastre, parece la guerra de Vietnam”, expresó la mujer, quien recordó a su hijo como un niño ejemplar y que era querido por todos.

Mientras, agentes de la División de Drogas intervinieron ayer en la tarde en las calles aledañas al lugar donde el joven fue asesinado.

Las autoridades ocuparon una pistola calibre .40, parafernalia para procesar droga y una cantidad de dinero indeterminada.

El cuerpo del joven será expuesto hoy en la Funeraria Jackie Oliver y el sepelio será mañana, a las 11:00, en el cementerio Cristo Resucitado de El Tuque.