La Policía en la región de Carolina aún no tiene un sospechoso en torno a la muerte del barbero José Manuel Calo Padilla, asesinado el sábado en la noche frente a su negocio en la PR-9959, de Canóvanas.

El sargento Héctor León, de la división de Homicidios en Carolina explicó que hoy, lunes, se entrevistó a un ex empleado del comerciante que alegó no tener nada que ver con el asesinato.

 Contrario a información publicada anteriormente, este empleado no fue despedido del negocio sino que había renunciado hace unos meses. Los comentarios de que había sido despedido surgieron en la escena, dijo León.

Calo Padilla, de 33 años y vecino del barrio Barrazas, en Carolina, estaba a punto de cerrar el negocio al ser atacado. El joven salió del local para llevar algo al auto cuando fue sorprendido por el asesino. Mientras, en el interior de la barbería se encontraban su esposa y dos hijos varones de 6 y 5 años.

La investigación policiaca arrojó que Calo Padilla no tenía problemas con la justicia.

Este asesinato es uno de cuatro ocurridos en el área de Carolina desde el viernes. Dos ocurrieron en Loíza y dos en Canóvanas. Ninguno ha sido resuelto.