La Policía de Puerto Rico incautó más de dos toneladas de pirotecnia este año en almacenes clandestinos como parte del plan para disminuir la venta ilegal en la isla de este tipo de material y también el número de heridos por quemaduras en la época navideña.

Rafael Romero, director de la División de Explosivos de la Policía, dijo hoy a Efe que las autoridades locales han ocupado dos vagones llenos de pirotecnia, cuyo costo puede ser de 30,000 dólares, aunque en la calle se podrían llegar a obtener hasta 90,000 dólares por ese material.

"Según la ley, todo lo que explote o salga aéreo es ilegal", enfatizó el capitán Romero sobre la Ley 153 del 2006, que regula el uso de la pirotecnia en Puerto Rico, donde mayormente se "tiran" o usan estos tipos de explosivos durante las fiestas de fin de año.

Explicó que es ilegal todo lo que en la etiqueta indique "shoot" (disparar), mientras que la legal es la que dice "emit" (emitir), incluidos los conocidos como "garbanzos" (que explotan al ser lanzados contra el suelo), las bolas de humo o las "estrellitas" (bengalas).

Los productos pirotécnicos ilegales que más se utilizan en Puerto Rico son los petardos y las "baterías" o cajas de pequeños cohetes parecidos a los fuegos artificiales que lanzan 16 o 32 tiros, dependiendo de su tamaño.

Las multas impuestas o violaciones a esta ley pueden fluctuar entre los 500 y 5,000 dólares o incluso una pena de cárcel de entre un mes y tres años, pero, según las autoridades, nadie ha sido sentenciado jamás a prisión por este delito.

"Dicha ley se hizo con la intención de desalentar el tráfico ilegal de estos artículos", indicó Romero, quien estimó que para el 2006 se generaban 25 millones de dólares con la venta ilegal de pirotecnia en la isla.

Toda la pirotecnia -legal o ilegal- que llega a Puerto Rico se fabrica en China y después pasa a EE.UU., donde se vende en gran medida para la celebración de su independencia, el 4 de julio.

La que sobra es la que en ocasiones se vende a puertorriqueños que la traen ilegalmente mediante barcazas. Son examinadas por agentes de la Oficina de Protección de Aduanas y Fronteras (CBP, en inglés) en San Juan, quienes no la incautan, sino que la regresan a los EE.UU.

"En muchos casos hemos incautado, pero viene disfrazado" el cargamento en la embarcación, dijo Romero, quien contó que en una ocasión llegó una barcaza que parecía que era de cajas de desengrasante, pero en realidad estaba repleta de pirotecnia.

Romero, quien dijo que la pirotecnia no tiene fecha de manufactura, señaló que la cantidad de explosivos que se ha incautado este año en Puerto Rico ha mermado gracias al trabajo que las autoridades locales han llevado a cabo con el CBP en los puertos de San Juan, donde llegan las embarcaciones.

Igualmente, Romero espera que la cantidad de heridos por el uso de pirotecnia este año sea inferior al del año pasado, cuando sólo el 31 de diciembre 14 personas resultaron heridas, entre ellas tres menores de edad y un anciano. La mitad de todos los accidentados eran de la zona metropolitana de San Juan.

El capitán mencionó además que este año se incluyeron al mercado los explosivos "Crazy Cristian" y "Crazy Mario", cuyo tiempo en consumirse y explotar varía, lo que hace al producto más peligroso para cualquier persona que esté cerca.

"Estos productos pueden explotar un bloque de cemento y hacerlo pedazos. Si explota en la mano de una persona, la va a desaparecer o desintegrar", advirtió Romero, quien recordó que en la última noche de 2013 se registraron 16 incidentes relacionados con el uso de la pirotecnia.

Las autoridades también están pendientes a que la gente no use armas de fuego durante la festividad de fin de año a través de la campaña social "No más balas al aire".

Estos esfuerzos de concienciación ayudaron a que en el 2014, por primera vez en diez años, no se registraran heridos de bala en la isla.