En Puerto Rico este año 563 mujeres y 130 hombres han sido víctimas de violación, pero esta cifra representa solo el cinco por ciento del total de las personas que se estima han sido agredidas sexualmente.

El temor, la estigmatización, revictimiazación y la falta de personal adiestrado para atender a estas víctimas con la sensibilidad y confidencialidad requerida son los factores que evitan que las autoridades puedan intervenir para frenar la incidencia.

Dentro de este marco estadístico, la Policía anunció la creación de una nueva línea confidencial de orientación para víctimas de delitos sexuales con el fin de canalizar las llamadas de los querellantes que requieren de una atención especial con el fin de que puedan querellarse y solicitar ayuda. 

Durante una rueda de prensa en la División de Investigaciones de Delitos Sexuales y Maltrato de Menores, el Superintendente de la Policía, José L. Caldero destacó que los operadores de este centro de servicios gratuitos han sido adiestrados para que a través de unas preguntas guías puedan canalizar la ayuda y la pesquisa al lugar correspondiente.

La línea (787) 343-2020 que operará las 24 horas del día y los siete días de la semana, fue creada como parte del desarrollo de la nueva política pública de la agencia y la aprobación de una orden general que regula las investigaciones de delitos sexuales, incluyendo los casos que ocurren dentro de la propia agencia como parte de la Reforma de la Policía, reveló la licenciada Yashira Vega.

"Se busca salvaguardar la seguridad de las víctimas y evitar que sea revictimizada", agregó Vega, asesora legal de la Oficina de la Reforma.

El agente especializado le dará prioridad, seriedad y confidencialidad a la llamada de la víctima para brindarle ayuda inmediata. Debe velar por la seguridad física y emocional de la víctima y enviarla a una de las 14 Divisiones de Delitos Sexuales del área policíaca más cercana.

"Aquí hemos dado un paso de vanguardia porque el personal que se ha seleccionado para integrar esta división fue cuidadosamente investigado, personal con preparación académica que lo menos que tienen es un bachillerato", expresó Caldero López.

De su lado, la Procuradora de las Mujeres, Wanda Vázquez, destacó que el 91% de las víctimas son mujeres que requieren un trato sensible, el compromiso de la ayuda y la confidencialidad.

A su vez, anunció que están trabajando con un centro para los exámenes médicos forenses para que las víctimas no tengan que visitar varios hospitales donde no hay personal adiestrado para tomarle las muestras de rigor.

"Las víctimas de agresión sexual son las más necesitadas y las más temerosas de tener acceso a los sistemas de procesamiento criminal porque tienen mucho temor de ser revictimizadas, así que es importante que nosotros fortalezcamos esas respuestas primeramente de la Policía que es el primer ente de respuesta", indicó Vázquez.

Las regiones de Bayamón, Arecibo y Caguas continúan encabezando la lista de los sectores donde más delitos de agresión sexual se reportan en la isla. 

Vázquez exhortó a las víctimas de utilizar la línea de emergencia para denunciar estos delitos para sacar de las calles a estos agresores sexuales.

“Las estadísticas no han variado, a través de los años hemos visto que el 90% de las víctimas son mujeres y la mayoría del delito que se comete en mujeres es la violación, en el caso de los menores son los actos lascivos, siguen siendo las edades entre 11 a 15 años y en los niños de seis a 10 años son los actos lascivos y violación”, sostuvo Vázquez.

La secretaria del Departamento de la Familia, Idalia Colón, por su lado, indicó que la línea confidencial es una herramienta esencial para atender a tiempo los casos de abuso sexual.

En los últimos años, explicó que la agencia ha validado como abuso sexual cerca de 315 referidos.

Según reveló, las niñas a los 12 años y los varones a los 15 años han demostrado que están listos para revelar este tipo de agresión sexual.

"Muchas veces el temor de las víctimas es precisamente la divulgación de la información porque los agresores en la mayoría de las ocasiones son personas muy cercanas a ellas o a sus familias. Se podría decir que casi el 90% de los casos que llegan de menores a nuestra oficina el abuso ha sido de una persona bien cercana a ellas y posiblemente sus padres, sus padrastros", agregó Colón.